La idea de abrir una mesa de diálogo para actualizar el Pacto del Agua recibió el lunes el visto bueno de la Unión de Agricultores y Ganderos de Aragón (UAGA) en Huesca, que de momento es la única organización agraria que se ha manifestado en su apoyo.

José María Alcubierre, presidente provincial del sindicato, consideró que «es el momento» de plantear un cambio, porque se lleva «mucho tiempo» sin hablar de regadíos en Aragón, y es la oportunidad para hacerlo. «A veces, el cambio climático se une a la eliminación de regadíos y tendría que ser al revés», consideró, en declaraciones recogidas por Europa Press. Lo que a su juicio hay que conjugar es que «sean eficaces, eficientes y que al mismo tiempo permitan tener una producción adecuada».

Una opinión que no comparten desde luego en Riegos del Alto Aragón, cuyo presidente, César Trillo, ya avanzó este fin de semana que no piensan hablar de nada y que mantienen su reclamación de Biscarrués. Pero tampoco es del agrado de Asaja Huesca.

El sindicato agrario opinó que la revisión del Pacto del Agua «obedece a una cuestión política y no económica e hidraúlica», y que reabrir la Mesa del Agua «conducirá a un diálogo absurdo» y «a dilatar la angustia del sector regante», según su presidente provincial en Huesca, Fernando Luna.

Este apuntó que el sector agrario «está dañado» y «necesita inversión en agua para sus cosechas». Volver a entrar en una mesa de diálogo, consideró, «no va a llevar a ningún acuerdo». «Entrar a debatir dónde, cuándo, sin fondos, ni propuestas de llenado es un diálogo absurdo, que no va a llegar a ningún lado y vamos a dilatar la angustia tan grande que tiene el sector regante», zanjó.

La iniciativa sí recibió el apoyo, por otra parte lógico, de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, que se mostró partidaria del diálogo y de «tomar decisiones» encaminadas «a dejar claro que la solución al agua no está solamente en la construcción de pantanos».