«Son muy buena gente». En el barrio Jesús de Zaragoza no es necesario preguntar a muchos vecinos para descubrir el dolor que ha causado la muerte de Ana María Suárez. Ni para recoger muestras de apoyo a Roque Oriol y Alicia Suárez todavía hospitalizados tras los ataques yihadistas del pasado jueves en Cambrils. Para sobrellevar el duelo de estos días la asociación de vecinos ha convocado una concentración para esta tarde que se prevé numerosa. Muy pocas de las personas que les conocen dejarán de asistir. «Tiene muchos vínculos con todos los vecinos», confirma el presidente de la agrupación, Raúl Gascón.

La cita para expresar la repulsa a los atentados será a las 20.00 horas en la plaza Jesús. «Es una forma de mostrar nuestra solidaridad con los familiares y amigos de Ana María», indican. Está confirmada la presencia del alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve y la de la presidenta del distrito, Lola Ranera. También habrá representantes oficiales del resto de instituciones de la ciudad y la comunidad.

La fallecida y su marido eran socios de la agrupación vecinal. Desde los catorce años han recorrido diariamente las calles del distrito. «La convocatoria ha surgido de forma espontánea para canalizar todas las muestras de cariño que queremos transmitir», reconoce Gascón.

Aunque la llamada no ha discurrido por los cauces oficiales su repercusión ha sido enorme. Más que un homenaje del barrio será una muestra de cariño surgida de toda la capital aragonesa. «Estaremos presentes porque es necesario apoyar a los familiares en estos momentos», indican los responsables de la pastelería y panadería Entabán, muy próxima a la estación del Norte.

RESPETAR LA PRIVACIDAD

En el establecimiento, María Pilar García evidencia la pena que sienten gran parte de los vecinos. «Son unas personas muy queridas en el barrio», insiste. Lo mismo piensa José Luis Marqueta, que sigue atentamente a través de los medios cualquier evolución de los heridos. «La familia ha pedido que se respete su privacidad y tenemos que tener cuidado», destaca.

La afición a la caza de Roque y a tomar tapas en los bares es bien sabida por sus compañeros. Llegó muy joven al barrio Jesús desde su pueblo, Morata de Jalón, y por su carácter abierto es una persona muy conocida. «Hemos ido bastantes veces a cazar juntos», expresa Agustín Ondiviela. En uno de los bares que solían frecuentar comenta, con el también jubilado José María Sen, los últimos partes médicos que han trascendido. «Si ya lo han llevado a planta iré a visitarlo, seguro que se alegra mucho», asegura.

Aunque no tiene especial relación con la familia de la fallecida se muestra muy apesadumbrado por lo sucedido. «Creo que acudiremos mucha gente a la concentración, son ese tipo de personas que llevan toda una vida en el barrio», dice.

«Todos tenemos que apoyar lo máximo posible para que lo que ha hecho esta gentuza en Barcelona y Cambrils no se vuelva a repetir», cree Sen.

Más allá de la vinculación con los vecinos está el cariño que los zaragozanos sienten por la zona de la costa en la que se han producido los ataques. «Nos han dejado acongojados para todo el mes de agosto», reconoce Javier Muela. También llegó al barrio hace muchos años. En su caso procedente del País Vasco. «A mí ya me tocó lidiar con el terrorismo en aquellos tiempos», recuerda con pesadumbre.

«La plaza se llenará, como es lógico, todo esto se está viviendo con mucha desesperación», confirma otro de los vecinos de Roque que prefiere no identificarse.

Además, la asociación de vecinos celebrará el próximo sábado 2 de septiembre, a las 20.00 horas, una misa en la iglesia Jesús Maestro sita en camino del Vado en recuerdo de la fallecida Ana María. El acto será más íntimo y orientado a los familiares. «Haremos lo que sea posible para que reciban todas estas muestras de cariño», adelanta Gascón.