El consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, defendió ayer los presupuestos de su Departamento, el más beneficiado de todos al ser el que más sube sus partidas, un 11,%. Eso sí, después de que en el ejercicio anterior fuera el que sufrió más recortes. Como dijo el consejero, el año pasado era de emergencia social y este ya se pueden aplicar, aunque moderadamente, políticas más expansivas en infraestructuras. Además, su departamento también tiene una vertiente social, la de la vivienda, para la que dispondrá 31 millones de euros. 34 serán para carreteras. Asismismo, el presupuesto para turismo crece considerablemente casi un 20% y dispondrá de 9,2 millones.

En 2017, la gestión social de la vivienda incluirá la gestión de las viviendas patrimoniales y las cedidas por entidades bancarias y las de la bolsa de alquiler social, además de seguir trabajando en la erradicación del chabolismo, con una partida de 100.000 euros, y en las ayudas a inquilinos en situación de vulnerabilidad, 700.000 euros.

Como novedad, se impulsará un programa de rehabilitación de viviendas en el medio rural, cofinanciado con Fondos Feder y dotado con 2 millones, y un programa para familias con dificultades de acceso al crédito para eficiencia energética, con un millón de euros. Se contempla también la dotación del plan estatal de vivienda, prorrogado para este ejercicio, con un importe total, entre la administración autonómica y la estatal, de 17,1 millones, que se centrará en la rehabilitación, con 10 millones, y las ayudas a inquilinos, con 7.

En materia de transporte, la mayor parte de la dotación se destina a cubrir déficits tarifarios de las líneas regulares de transporte de viajeros (4 millones), pero también se dedicará un millón al Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza, dos a la promoción de actividades aeroportuarias y 4,3 a ayudas para el mantenimiento de servicios ferroviarios, correspondientes a la anualidad de 2016.

No obstante, para el diputado del PP Javier Campoy, el actual gobierno «ha abandonado a su suerte» a las infraestructuras frente al turismo, que es «lo que de verdad importa» al consejero y su «única apuesta». Para Marta de Santos, de Podemos, la inquietud ante estas cuentas se centra en la inejecución de la que ayer habló el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, que Soro en ningún caso ha vinculado a la necesidad de cumplir con el objetivo de déficit, sino a la tardanza en la aprobación de las cuentas, cuya responsabilidad ha achacado a «más de un actor político».

De Santos, sin embargo, alabó el trabajo realizado desde que tomó posesión por el consejero, que el ejercicio anterior, con pocos recursos, se dedicó a planificar y fijar estrategias frente al modelo anterior, que creía que Aragón se vertebraba «a golpe de hormigón y macroproyectos».

Tanto Campoy como Jesús Sansó, de Ciudadanos, reprocharon a Soro que ahora incluya el pago del convenio con Renfe para los servicios regionales, siendo que cuando estaba en la oposición el consejero tachaba de «pagafantas” al ejecutivo PP-PAR por asumirlo. Y Berta Zapater (PAR) consideró que agrupar todos los programas de vivienda social en uno puede ir en detrimento de la rehabilitación, además de lamentar que tampoco se vuelva a apostar por el impulso a los vuelos internacionales.