La noticia del inminente regreso de los militares españoles destinados en Irak causó ayer una "relativa sorpresa" en los efectivos aragoneses destacados desde hace sólo tres semanas en el país de Oriente Medio, pero sus familiares no pudieron ocultar su "alivio" ni su "sensación de alegría" al conocer que el presidente de Gobierno ha ordenado que la vuelta a España se realice "en el menor tiempo posible".

Noventa y cinco aragoneses destinados en la Agrupación de Apoyo Logístico número 41 (AALOG) se encuentran en la actualidad en Base España, en la ciudad de Diwaniya, como integrantes del Elemento de Apoyo Logístico Nacional (INSE III).

"Sabíamos que nuestra misión tenía una duración concreta, pero aun así aquí nadie pensaba que el regreso iba a hacerse de una manera tan rápida", manifestó ayer un militar aragonés que se halla en Base España desde finales del pasado mes de marzo.

"Pero una cosa --precisó-- es nuestra opinión personal y otra nuestro deber profesional, que como militares nos obliga a acatar sin titubeos la decisión del Ejecutivo. Obedecimos cuando se nos ordenó venir y obedeceremos ahora que ha llegado el momento de dejar el país".

"MALA SITUACION" C. R. P., familiar zaragozano de uno de los soldados de la AALOG 41, manifestó a este periódico que cuando oyó la alocución del presidente de Gobierno por la televisión sintió "un gran alivio". "Estoy contento, no lo puedo evitar", manifestó. "Sabemos que Irak está en un momento muy complicado, que hay combates a diario, y por eso nos alegramos de que se ponga fin a esta situación".

"Me alegro por mi hijo, pero no sé si políticamente es una decisión acertada", comentó, por su parte, María Pilar García, madre del comandante bilbilitano Angel López García, que se halla en la actualidad en Irak.

"Como madre estoy contenta, claro --añadió--, pues la situación en Irak es mala, pero yo no sé si este gesto del nuevo Gobierno se puede interpretar como un triunfo del terrorismo". "No entiendo de política --continuó-- y por eso mismo no sé si esta decisión será buena o mala a la larga, aunque ojalá lo que ocurra en adelante sea en beneficio de España".

Angel López García está destinado en la Academia de Logística de Calatayud, donde trabaja como profesor de inglés. En Irak se encarga de labores de interpretación y traducción. Está casado y tiene una hija de 5 meses.

"Nos imaginábamos que íbamos a regresar pronto, pero no tan pronto", señaló, por su parte, la soldado María José Junquera, que presta servicio como logística y que estuvo destinada en Diwaniya entre julio y diciembre del año 2003. "Pienso --agregó-- que los compañeros que tengo ahora allí no serán todos de la misma opinión, y que unos estarán alegres y otros tristes".

"La vuelta a España requerirá su tiempo", comentaron ayer fuentes militares en Zaragoza. "El desmontaje de la base y su cesión a otro país aliado sólo se podrá hacer de forma escalonada, por lo que no sería extraño que cueste dos meses dejar las cosas en orden".

"Ahora el problema se les va a presentar a los militares polacos, que tenían que tomar el mando de la zona de Diwaniya el próximo verano y que se van a quedar sin el apoyo que suponen los 1.400 efectivos de la Brigada Plus Ultra", precisaron las mismas fuentes.