Los primeros sorteos que se realizarán en Zaragoza para adjudicar Vivienda Protegida (VPO) de nueva construcción no se celebrarán hasta el 2005, a pesar de que las parcelas de Valdespartera comenzaron a venderse a las promotoras privadas en el mes de septiembre. A fecha de hoy, son ya más de 2.000 los pisos protegidos que los promotores privados tienen en marcha en este nuevo barrio y que carecen de propietario. Se trata de las siete promociones de más de mil viviendas adjudicadas por la DGA, de las 600 de la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana (SMRU) y de las alrededor de 700 que se levantarán en suelo municipal.

Todas ellas serán adjudicadas a través de los respectivos sorteos. A éstas se unen otras tantas VPO de Valdespartea repartidas directamente o a través de concurso a las cooperativas, y que, como es lógico, no entran en los sorteos.

La puesta en marcha del registro único por parte del Gobierno aragonés --cuya inscripción es obligatoria para todo solicitante de VPO en la comunidad-- se encuentra desde hace tiempo en su última fase, y la empresa encargada de la gestión y explotación de este servicio lleva semanas probando el sistema informático.

RESPONSABILIDADES Sin embargo, la responsabilidad que supone este método está ralentizando su salida y no arranca. Sobre todo tras las críticas que la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana (SMRU) recibió en junio por toda una retahíla de errores que se produjeron para el sorteo de 216 VPO, para el que se utilizó un bombo con 14.800 números. "No nos podemos permitir ningún fallo", aseguran desde el Departamento de Vivienda de la DGA.

La decisión, tanto del Ayuntamiento de Zaragoza como del propio Ejecutivo aragonés, de primar la venta de vivienda protegida para los grupos sociales más necesitados --jóvenes y familias monoparentales, fundamentalmente-- obliga a que el registro facilite con exactitud los listados que servirán de base para los sorteos. Así, por ejemplo, el consistorio ya ha avanzado que el 70% de sus VPO irán destinada a los jóvenes. Y la DGA estudia todavía cómo repartir estos cupos, según la edad y situación social de los solicitantes que se inscriban en el registro.

Este nuevo sistema de venta de VPO --que ha servido de modelo para otras comunidades autónomas-- viene a romper, además, la fórmula de control que hasta ahora poseían los promotores de las Viviendas Protegidas, que ha estado bajo sospecha y ligada al pago con dinero negro y a la adjudicación a dedo de los pisos por parte de algunos de los promotores.

Los responsables de este registro aseguran que servirá asimismo para conocer en cada momento las necesidades del mercado, tanto de los grupos sociales que más demandan VPO como del número de demandantes y sus características. Un elemento muy útil de cara a dibujar el futuro urbanismo de las ciudades.