El líder de la oposición y candidato --aún por confirmar-- del Partido Popular, Eloy Suárez, también lanzó una amplia batería de propuestas de futuro para la ciudad, centradas sobre todo en los logros que se pueden obtener a través de los beneficios fiscales que el consistorio puede ofrecer para favorecer, por ejemplo, la instalación de empresas, el aumento de los emprendedores y, sobre todo, la rehabilitación. Una variante con respecto al resto de grupos, también en materia de vivienda, en la que aboga por aplicar exenciones en el IBI durante diez años a quienes inviertan en la rehabilitación de vivienda. Favorecer la creación de empleo y la economía de las pequeñas y medianas empresas que viven, en muchos casos, de esta actividad.

Suárez llegó al salón de plenos cargado de artillería contra el PSOE, con el punto de mira fijado en su candidato Carlos Pérez Anadón, pero al menos no se olvidó de proponer. Ideas para el futuro que, curiosamente, fió a su próxima victoria electoral. Todas y cada una de sus propuestas venían antecedidas por un cuando sea alcalde o gobierne. Denota su escasa confianza en llegar hoy a acuerdos en la votación. Y obliga a esperar seis meses para empezar a trabajar en ellas.

REVISAR EL PGOU

Pero como el debate también iba de proponer futuro, sobre todo con vistas a la cita electoral de mayo, mostró alternativas al Gobierno. Y trasladó algunas de las que él tiene en mente. Como también abrir debates de calado en la ciudad como una revisión urgente del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o, mucho más ciudadano, abrir a la participación la operación asfalto de la ciudad. El portavoz conservador planteó la posibilidad de incluir un plurianual en el presupuesto para las operaciones asfalto y de aceras, de manera que todos los años haya más dinero para renovar las calles y los vecinos puedan decidir, junto a los servicios técnicos municipales, el orden de preferencia y su ejecución.

También habló de regeneración democrática, transparencia y buen gobierno, para prometer, si es alcalde, medidas para dar ejemplo de austeridad como recortar los gastos de representación, protocolo y publicidad, eliminar los coches oficiales y crear un órgano independiente dedicado en exclusiva a combatir activamente la corrupción, el mal gobierno y malas prácticas. Y que al menos el 1% del presupuesto se decida por consulta previa. Se acabaron los canapés, los vehículos al servicio de concejales pero ningún detalle de cómo o lo vinculante que será la decisión de los vecinos o qué consecuencias tendrían un comportamiento irregular.

Para generar empleo, planteó de nuevo la elaboración de una ordenanza para emprendedores en la que, modificando el tipo impositivo, ofrecer beneficios fiscales para favorecer la consolidación de esos nuevos negocios.

Y con respecto a las finanzas municipales, planteó realizar una auditoría de las cuentas en el primer mes de su hipotético mandato y una reducción del número de subvenciones que se firman vía convenio, sin concurrencia --que ahora representa el 35% del total--, así como no aceptar programas que dediquen más de un 20% de la ayuda a gastos de gestión o publicidad.