El agujero económico municipal amenaza con romper los bolsillos de los zaragozanos. El pacto alcanzado in extremis el pasado viernes entre PSOE y CHA para estabilizar las cuentas del Ayuntamiento de Zaragoza se centra en una espectacular subida de impuestos sin precedentes en el consistorio, que supondrá un desembolso extra de 50 euros por ciudadano en el 2005. El acuerdo dispara el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) --23,75%--, el recibo del agua --18%-- y el de la basura --42,5%--.

Sólo con estos tres impuestos y tasas, el consistorio recaudará 30 millones de euros más cada año, pero la factura fiscal extraordinaria aún crecerá por encima de esta cifra, cuando los socios del Gobierno municipal decidan a la vuelta de las vacaciones cuánto suben el resto de los tributos municipales. Entre ellos, el impuesto de circulación, el de construcciones, la plusvalía y otras tasas de pago masivo, como las piscinas e instalaciones deportivas.

En el acuerdo político recién cerrado por la coalición PSOE-CHA se recoge casi literalmente la propuesta realizada por la consultora Price Waterhouse para lograr la estabilidad presupuestaria a tres años, que planteaba como medida económica fundamental recargar el IBI un 43%, cobrar a lo cuestan realmente los servicios de abastecimiento de agua y de recogida de basuras y vender suelo municipal por valor de 125 millones de euros en tres años.

Este informe, adelantado el pasado mes de julio por EL PERIODICO, fue rechazado en principio por el propio alcalde, Juan Alberto Belloch, porque era, dijo, una propuesta técnica que no pensaba asumir, y también recibió críticas por parte de los responsables municipales de CHA.

Belloch aseguró en distintas ocasiones que el aumento de los impuestos sería "moderado" y en declaraciones radiofónicas llegó a asegurar que el IBI no crecería más que lo que lo ha hecho este año, un 12%.

Sin embargo, una rápida negociación entre los socios municipales ha desembocado en un pacto que respeta el plan Price casi en su totalidad; cambia, eso sí, la subida del IBI desde la propuesta inicial del 43% a un 23,75%, pero difícilmente puede considerarse como un recorte si se analizan los últimos años de este impuesto: ha crecido en torno al IPC --sobre el 3%-- y en el presente ejercicio el aumento ha sido del 12%.

Otra variación respecto a las recomendaciones de la consultora es el recorte del gasto corriente un 1,5%, frente a la congelación propuesta por Price Waterhouse.

El acuerdo que fija el aumento de tres facturas básicas para los hogares zaragozanos --IBI, agua y basura-- es, por el momento, político, pero se hará oficial el próximo mes de septiembre, cuando se apruebe en el pleno municipal el plan económico financiero para la estabilidad presupuestaria.

Con este pacto, cada zaragozano tendrá que pagar los citados 50 euros de más al año, repartidos como sigue: 29,4 euros de más para el IBI; 11,8 euros de más para el agua y 8,5 euros de más para la basura.

En caso de una familia tipo en Zaragoza, compuesta por cuatro miembros, el triple recibo municipal se verá aumentado en el 2005 en 200 euros.

El incremento de la presión fiscal en estos tres apartados deja finalmente la factura municipal que se pasa a cada zaragozano en un mínimo de 500 euros al año.

De ellos, 153 euros se reservarían a la antigua contribución urbana, 77 a los recibos de abastecimiento y saneamiento de agua y 28 a las basuras. El resto se reparte en el impuesto de circulación, el de construcciones y otras tasas.

Aún no se sabe cuánto subirá el resto de los tributos que cobra el ayuntamiento, pero en vista de la tendencia iniciada el pasado ejercicio, en algunos sectores municipales advierten que el incremento se situará por encima del ICP.

INSTALACIONES DEPORTIVAS El responsable de Economía, Alberto Lafuente, ha señalado en distintas ocasiones, por ejemplo, el lastre que supone para el consistorio la subvención de las piscinas y de las instalaciones deportivas de la ciudad; desde la oposición, tanto CHA como PSOE se opusieron a incrementar estos servicios, pero ahora, con los dos partidos en el equipo de Gobierno, esta situación podría cambiar.