El cerebro de los atentados del 11-M, Sarhan Ben Abdelmajid, El Tunecino , es uno de los cinco terroristas que el sábado se inmoló en una vivienda de Leganés cuando la policía le tenía cercado. La policía considera que, tras el suicidio colectivo de estos integristas, ha quedado descabezada la célula que preparó y cometió la masacre de Madrid.

Aparte de El Tunecino , señalado por el juez Juan del Olmo como el director y coordinador del 11-M, los otros terroristas suicidas son Jamal Ahmidan, El Chino , también considerado uno de los jefes de la célula, que alquiló la casa de Chinchón donde se prepararon las 14 mochilas bomba colocadas en los cuatro trenes el 11-M.

Además, se inmoló Abdenabi Kunjaa, que también estuvo en aquella casa montando las bombas. También se suicidó Asri Rifat Anuar, que no estaba en la orden de búsqueda y captura, aunque la policía le seguía los pasos desde hace varios días. Los agentes estaban convencidos de que no había salido de España. Por ello, no instaron una orden de detención internacional contra él. Su inmolación ha confirmado sus sospechas. Un quinto terrorista inmolado aún no ha podido ser identificado.

RESTOS EN LA PISCINA La policía científica y los forenses trabajaban ayer a marchas forzadas para terminar con la identificación de los restos. El reconocimiento de El Tunecino fue sencillo. La explosión le amputó un brazo, pero se le pudieron tomar las huellas de los dedos. Esa prueba resultó positiva. Con el resto de los suicidas no ha sido posible aplicar el mismo sistema, ya que sus restos quedaron esparcidos por la casa y volaron a techos de inmuebles colindantes, copas de árboles y hasta aparecieron en la piscina comunitaria del edificio, que fue vaciada.

Los forenses, sin embargo, sostienen que en la explosión han muerto cinco personas porque encontraron 10 extremidades. Sin embargo, los pesos de los restos hallados no se correspondían todavía con los de cinco personas. A pesar de ello, los técnicos distribuyeron esos restos humanos en cinco bolsas, enviadas al Instituto Anatómico Forense.

LA FUGA Tras este descubrimiento, fuentes policiales sospechan que en esta operación policial no logró huir ningún terrorista, como pensaron el mismo sábado. Los agentes acudieron a Leganés con el convencimiento de que iban a detener a una célula integrada por cinco personas. Y cuando se desplegaron en el municipio vieron "salir corriendo a uno", por lo que creyeron que era un sospechoso que huía.

En los próximos días se esperan nuevas detenciones, aunque en principio todo indica que se trataría de colaboradores de la célula desarticulada. La policía también tiene previsto comenzar a "fichar" a todas las personas que consideran sospechosas. "Lo importante es seguir machacando", subrayaron las fuentes consultadas, que se negaron a desvelar los mecanismos que han empleado para localizar a los suicidas. No obstante, confirmaron que les encontraron al seguir el rastro de las tarjetas de los teléfonos móviles que compró el marroquí Jamal Zugam, preso como uno de los autores materiales de la matanza. Ese rastreo les situó en una zona ubicada entre Fuenlabrada y Leganés.

UN FUNCIONARIO, DUEÑO DEL PISO Fuentes de la investigación también desvelaron ayer que el dueño de la vivienda en la que se suicidaron los terroristas es un funcionario del Ayuntamiento de Leganés. El propietario, según esas fuentes, la alquiló a unos colombianos que se dieron a la fuga cuando se percataron de que eran investigados por tráfico de drogas, según narraron los vecinos. Por ello, el funcionario la alquiló a unos árabes que podrían ser amigos o familiares de los terroristas, ya que es improbable que los inmolados realizaran directamente las gestiones.

Fuentes policiales informaron ayer de que los terroristas suicidas emplearon casi 20 kilos de explosivos en su suicidio. Además, uno de ellos se colocó un cinturón con otros dos kilos de goma-2 eco, el explosivo empleado en los atentados del 11-M y en la vía del AVE Madrid-Sevilla. Los agentes también encontraron en el piso dos mochilas escondidas en un armario, otros 10 kilos de explosivo y 200 detonadores de cobre.

El ministro del Interior, en funciones, Angel Acebes, dio por "detenidos o muertos" a los miembros de la célula del 11-M. Y aseguró que esos terroristas estaban preparados para continuar con su oleada de dolor. También confirmó la relación con la bolsa que el viernes estuvo a punto de hacer saltar por los aires el AVE Madrid-Sevilla.

TRES NUEVOS SOSPECHOSOS La policía difundió ayer la identidad de tres nuevos sospechosos. Se trata de Amer El Azizi, Sanel Sjekirica y Rabei Osman Ahmed. Sus fotos se han incluido en el cartel donde figuran los seis terroristas sobre los que pesa una orden de busca y captura internacional. Sin embargo, estas tres personas no tienen relación directa con el 11-M, sino que están sometidas a distintas investigaciones en la Audiencia Nacional.

Mientras, los vecinos de la calle de Irene Fernández, donde se produjo la explosión de Leganés, no han podido volver a sus casas. Arquitectos del Ayuntamiento de Madrid aún tienen que decidir si derriban el edificio. Ayer, decenas de bomberos trabajaban en las labores de desescombro, pero lo hacían despacio para permitir a la policía recuperar los restos de los suicidas.

También ayer el presidente en funciones, José María Aznar y el presidente electo, José Luis Rodríguez Zapatero, acudieron al funeral del geo Javier Torronteras, que murió en la operación antiterrorista de Leganés. La población madrileña ha sido convocado a una manifestación hoy y se han decretado tres días de luto en Madrid.