La crisis económica que estalló en el 2008 ha llevado a muchas personas a tener que encontrar nuevas formas de ganarse la vida. Una de las alternativas por la que han optado algunos es la recolección de papel y cartón para después venderlo. La mayoría se dedica a robarlo directamente de los contenedores azules de la vía pública, algo que está considerado como delito. Otros optan por una vía legal como es recoger, gratuitamente, grandes cantidades de empresas y particulares, dándose a conocer mediante un anuncio en internet.

Un ejemplo de aquellos que optan por dedicarse a esta actividad on line es Pepe, que por medio del conocido portal de MilAnuncios.com informa de que se encarga de ir a buscar el cartón de quien lo solicite sin ningún coste. Posteriormente, lo lleva a un sitio de Zaragoza en el que le pagan «a 8 céntimos el kilogramo». Para coger una tonelada explica que «te tienes que pegar seis o siete días retirando cartón y te lo pagan a 80 euros. Entre que vas a cogerlo por distintos sitios de la ciudad y a llevarlo al punto de venta te gastas, como mínimo, 20 euros de gasolina, así que al final no sacas más de 50 o 60 euros en una semana».

Ante el auge del mercado de este material, Cristian también decidió poner un anuncio. En ella se ofrece a recoger cartón gratis, entre otros residuos. El precio que cree que puede obtener por su venta oscila entre los «cinco y siete céntimos por cada kilogramo», pero por el momento no ha obtenido ninguna respuesta.

El rasgo común de todos los que se anuncian por medio de internet es que no solo se dedican a la venta del cartón, sino que sobreviven liquidando todo aquello que nuestra sociedad desecha.

¿Puntos limpios?

Un punto limpio es un sitio donde los ciudadanos pueden desprenderse gratuitamente de determinados residuos domésticos en favor del ayuntamiento para que los recicle, disminuyendo así el impacto medioambiental que generan los desechos. La capital aragonesa cuenta con cuatro puntos fijos situados en distintos lugares de la ciudad. Además, existen 41 paradas móviles. ¿Es aquí de dónde ‘desaparece’?

En las proximidades de un punto limpio de Zaragoza, un chatarrero explica que «el cartón se roba en los contenedores de las calles, no en los puntos limpios». El hombre comenta que a él «no le merece la pena, se gana una miseria. Hay que trabajar mucho para sacar algo de dinero y, además, es ilegal». Lo que saca con la chatarra va por rachas, «unos 10 o 20 euros al día». No es mucho más que lo que se gana con el negocio del cartón, pero argumenta que «al menos es algo legal porque él no roba nada, solo vende lo que le dan».

Sin embargo, substraer el cartón de los contenedores lo es, por lo que pueden denunciarle. Él vende la chatarra que le dan. «La gente prefiere dársela a una familia que dejarla tirada en un punto limpio», aclara. Lleva dedicándose a esto desde 2008 y hay quien ya le conoce y siempre le entrega lo que va a tirar.

Por otro lado, el guarda de seguridad del punto limpio declara que «durante su horario no permite que nadie entre a robar ningún tipo de material, pero que cuando él no está sí que entran, pero a por chatarra, no a por cartón».

Este particular oficio puede parecer inviable por el escaso valor. Pero en grandes cantidades puede convertirse en un negocio rentable. Y más si su competidor municipal, el ayuntamiento, lo cobra un 40% más caro, a 13 céntimos el kilo.