Dos etarras encapuchados, junto a una ikurriña y una estelada, leyeron el comunicado que, en esencia, dice lo siguiente: "Euskadi Ta Askatasuna decidió en los 80 llevar a cabo también en Cataluña acciones armadas (...) ETA ha renovado su análisis y ha tomado una nueva decisión respecto a su accionar armado en Cataluña. Estas son las claves que ha tomado ETA en consideración:

--Cataluña y Euskal Herria son dos naciones con muchas similitudes: oprimidas por los estados español y francés, divididas en base a fronteras artificiales impuestas por las armas, y esta opresión ha hecho que hayan desarrollado estrechas y profundas relaciones de amistad y hermandad.

--El cambio en las últimas décadas en la situación política de Cataluña y Euskal Herria. Se ha dado una clarificación y un empuje importante de las fuerzas independentistas (...). La lucha armada desarrollada por ETA contra el Estado español en Cataluña ha provocado diversas y contrapuestas lecturas de los diferentes sectores independentistas y de izquierdas catalanes.

--La importancia de reforzar la voluntad y determinación popular para defender la autodeterminación que les corresponde al pueblo catalán y a Euskal Herria (...)

--El respeto y la no injerencia, en lo que concierne a los medios y formas particulares que las organizaciones respectivas puedan poner en práctica en el proceso de liberación que cada pueblo desarrolla.

Teniendo en cuenta estos elementos de análisis y con el deseo de que los lazos entre nuestros pueblos se estrechen en base a los principios de respeto, no injerencia y solidaridad, ETA comunica la suspensión de su campaña de acciones armadas en Cataluña a partir del 1 de enero del 2004.

Un saludo revolucionario a los independentistas catalanes".

Al final, ETA lanza vivas por "Euskadi libre" y "Catalunya lliure" y por "Jon Felix" y "Joan Carles". Se trata de los etarras Jon Felix Erezuma y Joan Carles Monteagudo --un catalán que se integró en ETA procedente de Terra Lliure--, que murieron en un tiroteo con la Guardia Civil en 1991, al día siguiente de la masacre de ETA contra el cuartel de Vic.