Las fuertes riadas registradas en la provincia de Zaragoza y el sureste de Navarra han provocado ya las primeras movilizaciones conjuntas. Ayer, los alcaldes de Tauste, Novillas y Cortes (Navarra) se reunieron con representantes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para exigir soluciones de una vez por todas contra los constantes desbordamientos de los barrancos de la zona, principales causantes de los destrozos en la agricultura y la ganadería.

El encuentro tuvo lugar a las nueve de la mañana en la sede de la CHE de Zaragoza. Según explicó a este periódico el primer edil de Novillas, José Ayesa, los tres municipios han pedido una "limpieza total" del cauce de algunas ramblas como la de San Jorge, que provocó grandes estragos en los cultivos del pueblo.

"En el primer tramo que desciende desde las Bardenas el barranco es bastante ancho, pero después se estrecha muchísimo, está lleno de maleza y no hay motas en muchas zonas. Los campos se anegan con mucha facilidad", indicó Ayesa.

En apenas cuatro años, estas localidades ya han sufrido tres inundaciones por este motivo. Y la respuesta de la CHE siempre fue la misma. "Hoy --por ayer-- nos han dicho que la limpieza figura entre sus planes, pero ese mismo argumento fue el que emplearon los responsables en anteriores ocasiones", añadió el alcalde de Novillas. Además, un segundo barranco también vierte su agua en muchos terrenos, lo que provoca corrientes dobles muy fuertes.

Ayer podían verse dos máquinas trabajando en las inmediaciones del pueblo para reconstruir provisionalmente los muros de tierra derribados. "Si se dejara todo como se debe, no se inundarían tanto los cultivos. Además, el agua que viene desde Bardenas deposita una arcilla que deja a la tierra sin oxígeno. Y recuperar el terreno cuesta muchísimo", explicó un afectado a este diario.

Pedro Dallo, presidente de una explotación de 250 hectáreas que también cuenta con 1.200 cabezas de ganado vacuno ha sido uno de los principales damnificados: "Tenemos más de cien hectáreas muy afectadas, las tuberías rotas y ha habido problemas con la leche de las vacas tras la inundación. Y sigue filtrándose el agua en algunas zonas".