El Ayuntamiento de Tauste pidió ayer la declaración de zona catastrófica en una sesión plenaria de urgencia convocada a la una y media de la tarde. Con esta propuesta, todos los grupos municipales solicitan compensaciones para Tauste y su entorno ante la gravedad de los daños sufridos por las tormentas del pasado lunes. El pueblo se suma así a la comarca de Valdejalón, que aprobó la misma medida el pasado jueves.

Según indica la moción, la tormenta afectó a todo el término municipal y arrasó bienes y servicios públicos, propiedades privadas, comunicaciones, infraestructuras y equipamientos.

Las afecciones más destacadas por el consistorio en el casco urbano se han producido en los alrededores de la iglesia de Santa María, Bien de Interés Cultural. Y es que el jueves se vino abajo un muro de contención de un metro de grosor situado en una peña a pocos metros del templo religioso.

En este sentido la moción reclama la actuación urgente de todas las administraciones públicas, ya que pueden surgir problemas de seguridad y estabilidad en la iglesia.

Las primeras evaluaciones en las zonas rústicas hablan de una superficie total afectada de 12.650 hectáreas en el monte y de 8.515, en las huertas. Además, también han sido numerosos los barrancos desbordados, que cortaron carreteras y caminos e hicieron desaparecer parcelas, riberas y márgenes.

Por otra parte, la crecida del río Arba dañó 1.600 hectáreas de productos agrícolas, además de acequias, desagües, colectores, motas, granjas y alguna vivienda aislada.

La última de las afecciones señaladas por la moción se centra en una zona conocida como la Huerta Vieja, que comprende una longitud de 12,5 kilómetros. En ella se calcula una superficie dañada de 1.875 hectáreas.

DERRUMBAMIENTOS El pasado jueves, una caída masiva de piedras de un peña situada cerca de la iglesia de Santa María hizo desplomarse a un muro de contención sobre el que se asientan varias casas, y que dejó al descubierto cuatro cuevas de ocho metros de profundidad. Piedras que llegaron hasta el patio de una vivienda, con el consiguiente riesgo para los vecinos.

"Desde hace cinco años nos quejamos por las filtraciones, pero creemos que las tormentas del lunes han sido la gota que ha colmado el vaso", explicó el sobrino del propietario de uno de los inmuebles, Fernando Alvarez.

Alvarez indicó que la familia lleva 3 ó 4 años reclamando al ayuntamiento una solución, pero que ésta "nunca llega". "Incluso nos dijeron desde el ayuntamiento del pueblo que no había peligro. Pero luego mira lo que ha pasado", lamentó el afectado.