El temporal dejó ayer un trágico balance en Aragón. La nieve, que cayó en abundancia en todo el territorio, provocó la muerte de tres personas, dos en un accidente de tráfico en una carretera de Huesca, entre Monzón y Fraga, y una tercera como consecuencia de un alud que se produjo fuera de pistas en la estación de esquí de Formigal, donde nevó a lo largo de todo el día.

Además, un camión cargado con cloruro férrico, una sustancia tóxica, volcó en la AP-2, a la altura de Peñalba, y se produjo una fuga del contenido, sin que se registraran víctimas. Los Bomberos de la DPZ, provistos de un equipamiento especial, sellaron la cisterna, mientras se realizaba un trasvase de la mercancía a otro tráiler.

La nevada, que en Zaragoza fue de una intensidad no vista desde el 2005, obligó a circular con cadenas en el 90% de las carreteras autonómicas de Huesca y provocó que 2.300 escolares de una treintena de centros educativos de toda la comunidad no pudieran ir a clase. Además, 2.000 usuarios se quedaron sin luz en distintas comarcas y se produjeron retrasos generalizados en el tráfico ferroviario.

El accidente de tráfico más grave se produjo en torno a las 8.00 horas en la carretera autonómica A-1234, que en ese momento se hallaba cubierta por una fina capa de nieve aunque ya había pasado una máquina quitanieves, en el término de Binaced. Colisionaron frontalmente dos turismos y fallecieron el conductor de uno de ellos, médico de profesión, y una mujer de 61 años que iba de ocupante en el otro vehículo. Se da la circunstancia de que el facultativo, Raúl Vélez, que trabaja en las Urgencias del centro de Salud de Albalate de Cinca, se dirigía a cubrir una baja a Osso de Cinca.

En el otro turismo viajaba un matrimonio que, casualmente, reside en Osso e iba al centro hospitalario de Barbastro. El conductor de este último, un camionero jubilado, resultó herido grave. «Era muy prudente al volante, no sabemos qué ha podido ocurrir», dijo un vecino de Osso de Cinca.

La muerte de estas dos personas causó una honda conmoción en las comarcas del Cinca Medio y del Bajo Cinca, donde eran muy conocidas. En particular, la localidad de Binéfar se vio muy afectada por el accidente, pues se da la circunstancia de que las dos víctimas tenían raíces allí. El médico fallecido era hijo de otro facultativo, Daniel Vélez, que ejerció muchos años en la capital de La Litera, mientras que la mujer muerta había regentado una frutería en la misma ciudad.

La persona que pereció en el alud era Martín Royo, un joven de 23 años que vivía en Tramacastilla de Tena, donde su familia regenta el hotel Mariana. Al parecer, la víctima, que era profesor de la Escuela Española de Esquí (EEE) en Formigal, se hallaba a primera hora de la tarde fuera de pistas, en la zona de Tres Hombres, cuando se produjo una avalancha de nieve que lo cubrió por completo. Los equipos de emergencia del centro invernal se desplazaron de inmediato al lugar del suceso y trataron de reanimar sin éxito al infortunado esquiador, que se hallaba en parada cardiorrespiratoria. Fuentes de la DGA indicaron que el alud se registró en un lugar que no se hallaba alejado de una pista de esquí.

La borrasca Emma, que ayer penetró en la comunidad por el suroeste, dejó unas precipitaciones que fueron copiosas en toda la comunidad, en especial en la provincia de Huesca, mientras que en Zaragoza se registraron 12,2 litros por metro cuadrado, lejos no obstante de los más de 40 que cayeron en Biescas. Asimismo, se vio afectado el suministro eléctrico, en particular en el Somontano oscense y en la comarca de Cinco Villas. Teruel se vio afectada en menor medida.

Al principio de la jornada nevó en todas las cotas, desde el valle del Ebro al Pirineo, pero a medida que avanzó el día este fenómeno quedó limitado a las zonas más altas.

Zaragoza vivió una jornada difícil. El ayuntamiento, en previsión de posibles problemas, activó el pasado domingo el protocolo de emergencia por frío extremo. Una de las medidas que se adoptó fue facilitar el acceso al albergue municipal, en donde ayer pasaron la noche 185 personas, frente al centenar que lo hace habitualmente.

Para ello, la noche anterior, patrullas de la Policía Local y ambulancias de la Cruz Roja habían recorrido las calles de la ciudad y sus dotaciones se acercaban a todos los transeúntes que veían para aconsejarles que buscaran refugio en el albergue para pasar la noche.

Por su parte, el hospital Miguel Servet de Zaragoza atendió ayer a ocho personas por causas relacionadas con la nevada en Zaragoza. Así, los traumatólogos abordaron roturas de muñeca o de tobillo, así como golpes en la rodilla o afecciones en algún hueso de la mano, según precisaron fuentes del Salud. El mismo centro sanitario registró 126 urgencias entre las 8.00 y las 14.30 horas, aunque la cifra no se consideró alarmante porque la media diaria es de 320 atenciones en el servicio.

El frente frío tuvo un impacto negativo en el suministro de electricidad, con unos 2.000 usuarios afectados en la comarca de Cinco Villas y en la zona oriental de la provicncia de Huesca.