Un tercio del futuro barrio de la estación del AVE de Zaragoza será zona verde. Así se recoge en el avance de reordenación de los suelos ferroviarios de Delicias, que reserva alrededor de 30 hectáreas a la creación de una gran malla arbolada que permitirá unir a pie los barrios de Oliver-Valdefierro, Delicias y La Almozara con las riberas del Ebro y la Expo 2008. Sólo la autopista A-68, reconvertida en calle urbana, tendrá un paseo central peatonal de hasta cien metros metros de anchura, repleto de vegetación.

El diseño del equipo liderado por la ingeniería Idom y los arquitectos Julio Clúa y Manuel Castillo, al que ha tenido acceso EL PERIODICO DE ARAGON, también propone la creación del mayor equipamiento de la ciudad. Un edificio-puente sobre los viales de la estación será lo primero que se encuentren los usuarios del tren cuando salgan del vestíbulo de llegadas --situado en el lado oeste--.

El contenido de este edificio emblemático tendrá que ser definido por las tres administraciones implicadas en la operación --Ministerio de Fomento, Gobierno de Aragón y consistorio zaragozano--, que conocerán hoy oficialmente la propuesta urbanística en el transcurso del consejo de administración de Zaragoza Alta Velocidad.

El futuro barrio del AVE, que ocupará 96 hectáreas, no se olvidará de las necesidades de sus vecinos ni de los próximos de Delicias y de La Almozara. Así, se han dibujado hasta diez edificios de servicios. En los actuales solares de La Almozara que colindan con el trazado de la A-68 se construirán un centro de salud, una guardería, un colegio y un equipamiento social. Junto a la avenida Francia y en paralelo al Ebro, un gran corredor deportivo.

ZONA DE SERVICIOS En el distrito de Delicias se plantea ampliar el centro de salud de Santa Orosia y en su trasera, un equipamiento cultural. También habrá usos sociales, colegio y otro centro de salud en la trasera del centro comercial Augusta, que acogerá la mayor parte de las 2.800 viviendas libres incluidas en la operación. Los bloques sólo serán de siete alturas --planta baja y seis pisos-- por la baja densidad fijada en el Plan General.

El segundo gran polo de atracción del barrio del AVE pretende ser el denominado mirador del Ebro. Su kilométrica estructura rectangular tendrá ocho metros de alturas y acogerá en sus dos plantas distintos usos culturales, comerciales y de ocio --bares, restaurantes o gimnasios--. Este bloque, adaptado a las cotas del terreno, estará unido con la estación de Delicias a través de pasarelas peatonales de más de 125 metros de longitud que sobrevolarán la A-68. La azotea dispondrá de zonas ajardinadas con vistar al cauce y al meandro y desde ella se podrá acceder en ascensores a los establecimientos. La autopista, al igual que la avenida Navarra, cambiarán por completo. La reordenación viaria es otro de los puntos fuertes de la propuesta técnica, ya que se propone que los viales sean de sentido único en parte de su trazado para ganar fluidez. En este esquema, la intermodal funcionará como gran rotonda.

EDIFICIOS INTELIGENTES

El gran proyecto de Belloch, la milla digital, también tiene cabida. De hecho, los seis edificios de catorce plantas incluidos delante de la fachada de la estación a la avenida Navarra y los que abrazan a la A-68 en el sector de Iriarte Reinoso se construirán bajo esta filosofía: usos mixtos de viviendas, oficinas y comercios con el denominador común de disponer de altas dotaciones tecnológicas --fibra óptica y red wi-fi, entre otros--. Esta mezcolanza garantizará que ninguna zona del barrio quede desierta al término de la jornada laboral. El proyecto se basa también en el soterramiento integral de las vías. El tramo entre Iriarte Reinoso y la estación está en redacción, mientras el otro extremo se prevé ahora ocultar para ganar espacio ciudadano.