La radioterapia intraoperatoria para el tratamiento del cáncer será una realidad, en apenas unos días, en el hospital Obispo Polanco de Teruel, donde ya ha llegado el aparato y empezará a funcionar en breve. También está previsto que esta técnica se aplique muy pronto en el hospital de Alcañiz.

Los beneficiarios, según recordó ayer durante una visita al Polanco la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, serán alrededor de 45 pacientes en Teruel capital y unos 35 en Alcañiz. Se trata de una herramienta que permite la aplicación de radioterapia en personas con cáncer en el momento de la intervención quirúrgica.

Inicialmente se empezará a tratar en mujeres afectadas por cáncer de mama, lo que permitirá evitar que estas tengan que trasladarse a Zaragoza para recibir sesiones de radioterapia, tal y como se hacía hasta ahora, con la consiguiente mejora en el confort y la comodidad de las afectadas.

La técnica se hace en el mismo quirófano, inmediatamente después de la operación de mama. Se administra directamente en el lecho del tumor, lo que evita que estas pacientes tengan que recibir posteriormente sesiones en el acelerador de electrones.

OBRAS EN URGENCIAS

Era principios de septiembre cuando Ventura, durante un pleno, anunció la llegada de la radioterapia intraoperatoria a la provincia de Teruel, ya que hasta ahora solo está en Zaragoza. Tampoco hay en Huesca. La inversión para poner en marcha el servicio ha sido de 348.000 euros y, además, ha sido preciso realizar una pequeña obra de adecuación en dos quirófanos para la aplicación de la radioterapia, según la consejería.

Asimismo, está previsto realizar en los próximos meses una obra en el servicio de urgencias del Polanco de Teruel. En este sentido se habilitará una sala de espera pediátrica, con un box de exploración y consulta y un baño adaptado y pediátrico. De este modo los niños que precisen una atención urgente en el centro no compartirán sala de espera con los adultos en esta situación.

RESONANCIA

Por otro lado, el hospital Polanco también cuenta ya con una nueva resonancia magnética, en la que se han invertido 1,7 millones de euros, y que permitirá realizar alrededor de 4.000 resonancias al año en Teruel. Así se multiplica por cinco la potencia anterior.

El aparato, que ya ha concluido su fase de pruebas, reduce el tiempo de exploración y mejora la calidad diagnóstica de las pruebas. Así, las nuevas resonancias son un 30% más rápidas que las actuales y más efectivas. Los equipos son, además, de túnel ancho, por lo que se disminuye la sensación de claustrofobia que pueden tener algunos pacientes. Con el nuevo aparato se podrán asumir también las pruebas que había que derivar a las privadas por falta de potencia.