La respuesta ciudadana tras los atentados del jueves en Madrid ha sido ejemplar. Las calles se poblaron ayer de individuos que se sentían madrileños, que compartían como propio el dolor de las víctimas y de sus familiares. La gente ha estado donde debía: manifestándose, mostrando una repulsa sincera ante la barbarie terrorista. Y seguro que mañana ocurrirá lo mismo, con una alta participación en las urnas. Luego será el turno de la Política, de la Gran Política, con mayúsculas y en toda la extensión del término. Y quienes aspiran a gobernarnos tendrán que estar a la altura de un pueblo herido por el ´hiperterrorismo´.