El Gobierno central y aragonés piden a gritos que se cumplan los pronósticos del Ministerio de Fomento y se pueda reabrir el paso por la N-330 en Monrepós la próxima semana. No solo por las importantes afecciones que están sufriendo las localidades al otro lado del puerto, especialmente en el entorno de Sabiñánigo y Jaca, sino porque son conscientes de que la autonómica A-132 por Ayerbe no está preparada para que su tráfico se multiplique por seis. Por eso desde Tráfico han aconsejado a los vehículos pesados que realizan largos recorridos que vayan por Pamplona, pese a que la distancia a cubrir es más del doble.

Pero preocupa que los poco más de mil vehículos que soportaba antes la A-132 puede que se multipliquen por seis, y ahora absorba los más de 6.200 vehículos de media diaria que tenía el paso por Monrepós. Y de ellos los casi 700 camiones, que en la carretera autonómica tienen prohibido transitar si llevan mercancías peligrosas pero no los demás. Y atraviesan un desvío con menos kilómetros pero con muchas e importantes restricciones.

Precisamente en la zona donde el domingo y el jueves de la semana pasada se produjeron desprendimientos, con miles de vehículos que además tienen restricciones de velocidad, limitada en algunos puntos a 40 kilómetros por hora. Y preocupa especialmente el paso por el puente metálico sobre el embalse de la Peña, que solo puede atravesar un camión por las limitaciones que ofrece en cuanto al peso que es capaz de soportar. Por eso mejor que vayan por Pamplona.

MÁS DESPRENDIMIENTOS

Mientras, en Monrepós se sigue trabajando en el desvío provisional y en una solución definitiva para la que ahora se manejan tres posibles alternativas a la espera de que culminen los sondeos geotécnicos. Una pasaría por el saneo del terreno extrayendo todo el material necesario hasta llegar a la capa adecuada, otra por montar pantallas de micropilotes que lo estabilice y otra por una estructura sobre el terraplén. Aunque desde Fomento matizan que son «estimativas y pueden variar».

Mientras tanto, llegan nuevos desprendimientos en el eje pirenaico que también alertan. Ayer, por ejemplo, hubo uno en la A-138 a la altura de Santa Liestra que no obligó a cortar la calzada pero esta carretera era la otra alternativa a ir por Ayerbe tras lo ocurrido en Monrepós.

Pero, la más grave, ocurrió en Cataluña. La ladera de una montaña se derrumbó sobre la carretera comarcal LV-9124, en el término municipal de Castell de Mur, localidad leridana a escasos kilómetros de la provincia de Huesca. Según informaron los Mossos d’Esquadra y los Bomberos de la Generalitat de Cataluña, bajo las toneladas de roca podría haber un vehículo con dos ocupantes en su interior.

Al cierre de esta edición, los servicios de rescate habían suspendido la búsqueda por falta de visibilidad, y esta mañana reanudarán la búsqueda. Esta zona prepirenaica de Lérida también había sufrido lluvias en los últimos días. El infortunio ha provocado que este desprendimiento haya causado, con toda probabilidad, dos víctimas mortales. Lo ocurrido da cuenta de lo que se evitó in extremis en el puerto de Monrepós, que fue cortado al tráfico diez minutos antes de que se derrumbara la plataforma.