Tres personas fueron detenidas el pasado domingo en menos de dos horas por la Policía de Zaragoza por presuntas agresiones contra sus parejas. En todos los casos, las víctimas fueron asistidas por lesiones leves y los implicados serán juzgados por el procedimiento de juicios rápidos.

Los hechos se producen en el marco de otra oleada de violencia doméstica, que en los últimas días se ha cobrado cinco víctimas mortales en el ámbito nacional y que ha convertido el problema de los malos tratos a mujeres en un asunto prioritario en los programas electorales de los partidos.

Según fuentes policiales, las denuncias por violencia doméstica tienden a aumentar en Aragón, como ocurre en el resto del país, después de que en el año 2003 se registraran 1.041 incidentes en la comunidad. En total, 836 mujeres y 205 varones fueron víctimas de agresiones. En dos ocasiones los maltratos causaron la muerte de las víctimas.

La primera agresión denunciada el domingo se produjo entre una pareja de zaragozanos que, tras estar casada 24 años, se separó hace tres. Ambos viven en distintos domicilios y hasta ahora no existían denuncias por motivos similares.

Los hechos ocurrieron a las siete de la tarde en la calle Puente del Pilar, cuando la víctima fue abordada por su exmarido, José Luis P. P., de 48 años, en el momento en que salía de su casa con un amigo. Tras comentarle que quería hablar con ella, la pareja empezó a discutir y, según la denuncia presentada, la mujer fue zarandeada y empujada contra la pared. El hombre le arrancó una cadena de plata que llevaba en el cuello.

DETENCION Dos policías que estaban fuera de servicio intervinieron para separar a la pareja y requirieron la presencia de agentes de la Policía, quienes detuvieron al agresor. La mujer fue asistida de arañazos en una mano y en el pecho.

Poco después, a las 20.35 horas varios agentes fueron requeridos en un domicilio de la calle Toledo, donde había sido golpeada una mujer ecuatoriana por parte de su marido. La víctima, que se había refugiado en casa de una vecina, explicó a los policías que había estado esa tarde con el agresor y otros compatriotas en el parque Tío Jorge.

Los malos tratos se produjeron, siempre según la investigación, cuando su marido regresó a casa en estado ebrio y le reprochó que ella hubiera vuelto antes a su domicilio. Según la mujer, su compañero, Giovanni F. G., de 31 años, le había golpeado y tirado del pelo, amenazándole con "darle una puñalada", hasta que ella logró huir de la vivienda. La pareja tiene dos hijos de 9 y 6 años, respectivamente, que viven en Ecuador con la familia de la madre.

El tercer incidente ocurrió a las 20.50 horas en una vivienda de la calle Padre Polanco, ocupada por el ciudadano rumano Ladislau S., de 26 años, y su novia, de nacionalidad magrebí y con la que convive desde hace un año y medio.

La joven, que tenía hinchado el pómulo izquierdo, manifestó que la agresión se produjo cuando su pareja la obligó a lavar los platos. La víctima, que había sido objeto de otras agresiones, le pidió que le devolviera el dinero que le guardaba y que abandonara el piso que compartían.

La alarma social por estas agresiones, de las que sólo se denuncian un 20% del total, ha llevado a los partidos a considerar el problema como prioritario en sus programas. El propio ministro de Justicia, José María Michavila, que se presenta como número dos por Valencia, ya ha anunciado que esa comunidad será pionera en la utilización de pulseras magnéticas para controlar el cumplimiento de órdenes de alejamiento a los agresores de sus exparejas.