Pablo Iglesias lo dijo abiertamente tras conocer los resultados del 28-A. Uno de los problemas de Unidas Podemos en esta campaña ha sido dar «una imagen interna que no ha estado a la altura de los militantes ni votantes». Un secreto a voces que durante toda la campaña y que en la noche electoral que se vivió ayer en Zaragoza terminó por evidenciarse. Unidas Podemos no ha estado unida. Ayer Podemos-IU-Equo dejaron de ser uno para ser lo que son, tres formaciones independientes a las que no les ha quedado más remedio que presentarse conjuntamente a las elecciones generales.

En la sede de Podemos se vivió la fiesta de la democracia con bastante frialdad, prudencia y con caras serias. El candidato por Zaragoza, Pablo Echenique, estaba en Madrid y ejerciendo de secretario general de Podemos Aragón, Nacho Escartín, apareció pasada la media noche, cuando el trabajo sucio, dar la cara y decir que los resultados había sido malos delante de los medios y los militantes, ya estaba hecho. La candidata a la Presidencia de la DGA, Maru Díaz, y la alcaldable por Zaragoza, Violeta Barba, tuvieron que tirar del carro y asumir un papel que no les correspondía en una noche en la que no se esperaban buenos resultados y en la que, a pesar de haber perdido el diputado por Huesca y casi 37.000 votos, tenían que lanzar un mensaje de optimismo de cara al 26-M.

La noche fue tan rara para Unidas Podemos que cuando Pablo Iglesias salió a hablar tras conocer los resultados, el proyector se apagó. La cosa es que cuando lograron reiniciarlo, el sonido iba por un lado y la imagen por otro.