Vecinos hartos del ruido, una empresa que hasta ahora ha sido la única beneficiaria de los cuantiosos ingresos que genera la explotación de las barras de los conciertos, asociaciones hosteleras recelosas dispuestas a ir a los tribunales y políticos que miran a otro lado son los protagonistas de una polémica arrastrada desee hace años.

Los vecinos amenazan con ir a los tribunales

Los vecinos residentes en el entorno del recinto ferial de la calle Miguel Servet han amenazado con acudir a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón si el Ayuntamiento de Zaragoza autoriza la instalación de las ferias y la carpa de Interpeñas en el emplazamiento tradicional. Los argumentos que esgrimen los afectados son el incumplimiento de los horarios de cierre del pabellón de conciertos y las decenas de denuncias acumuladas durante años por superar los niveles de ruido permitidos.

Pam Hosteleros, el principal beneficiario

Los principales beneficiarios del recinto, además de los feriantes, son los propietarios de Pam Hosteleros, la empresa que explota las barras de la carpa de Interpeñas.

Esta compañía firmó en el 2005 un contrato con la federación de peñistas que le garantizaba el negocio durante seis años. Uno de los socios de esta empresa es Martín Domingo, un hostelero ligado al Partido PSOE y vinculado a la Agrupación del Casco Histórico que ostenta una veintena de cargos en doce empresas, la mayor parte relacionadas con la hostelería en el Casco Viejo y Moncasi. Una de sus empresas concurrió a un concurso público que se suspendió para construir un complejo de ocio con discoteca junto a la Expo.

Las asociaciones hosteleras, recelosas

La concesión directa a Pam Hosteleros de la explotación de las barras de Interpeñas ha provocado las críticas de las asociaciones de cafés y bares de la ciudad, que reclaman al Ayuntamiento de Zaragoza la convocatoria de un concurso público para la gestión de este negocio. La Asociación Plataforma de Empresarios de la Hostelería en Aragón (Apeha) ha recordado que la parcela en la que se realiza la actividad es pública y que, por tanto, debe regirse por criterios de transparencia. Si este año se mantiene el ferial y la carpa en Miguel Servet, con la misma empresa gestionando la venta de alcohol, el colectivo tiene previsto acudir a los tribunales y presentar un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Zaragoza, como responsable último de la actividad que se desarrolla en el interior del pabellón de los peñistas.