Ambiente de guerra total". Así definen la situación actual en la base de Diwaniya los 95 efectivos destinados en Aragón que forman parte del Elemento Nacional de Apoyo Logístico (INSE III), integrado por 204 soldados y que ya afronta la difícil misión de desmontar las instalaciones militares españolas en Irak. Una misión de repliegue cuya primera fase concluyó ayer, con la marcha de Nayaf de los militares que aún permanecían en la ciudad y la despedida del país de 240 españoles de la Brigada Plus Ultra II.

Los logísticos serán los últimos en abandonar el país. Por eso, y para garantizar el desarrollo de su misión en unas condiciones de seguridad apropiadas, 148 legionarios partieron ayer desde el aeropuerto de Almería rumbo a Kuwait. Estos hombres se unirán a los 671 compañeros que ya se encuentran en Diwaniya para apoyar a los logísticos.

"Estamos serenos y preparados para afrontar la gran tensión existente estos días en nuestra zona, pero es cierto que los ataques están siendo constantes. Por eso estamos siempre en alerta y portamos los chalecos antibalas y las armas", explicaron algunos de los logísticos.

Según pudo constatar este periódico, los militares se muestran "deseosos" por volver a España, aunque tampoco ocultan su "tristeza" por la situación en la que se encuentran los civiles. "Es evidente que queremos regresar con nuestras familias, pero también nos duele dejar algunas cosas a medio hacer, sobre todo porque los iraquís se enfrentan ahora a una situación muy complicada. Somos militares, pero también personas", apuntaron los efectivos.

EL REPLIEGUE Ayer se consumó la primera fase del repliegue español, después de que los últimos 240 integrantes de la Brigada Plus Ultra II que aún permanecían en Diwaniya llegarán a Kuwait sin novedad. Fueron miembros de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI, que aterrizarán mañana en Talavera de la Real (Badajoz).

Además, los 100 militares que seguían destacados en Nayaf dejaron la ciudad con destino a Base España durante la noche del lunes. Recorrieron los 70 kilómetros que separan la ciudad santa de los shiís de Diwaniya sin sufrir ningún percance con los guerrilleros del Ejército del Mehdi. Unos 200 militares estadounidenses protegieron la salida de los españoles de la localidad. El enfrentamiento entre soldados norteamericanos y guerrilleros shiís que se saldó con decenas de iraquís muertos se produjo cuando los españoles ya se habían ido.

ABANDONO DEL PAIS El Ministerio de Defensa ha dado la orden de que todos los militares españoles se marchen de Irak antes del 27 de mayo. De hecho, tal y como informó ayer este periódico, se espera que a partir del día 25 comience la concentración de los logísticos en Kuwait, una vez haya concluido el empaquetado de todos los materiales de la base.

El traslado de personal y carga hasta el pequeño emirato, que se encuentra a unos 500 kilómetros de Diwaniya, se hará por carretera, de manera fraccionada y en pequeños convoyes. El escalonamiento del repliegue, según apuntó el comandante del Ejército de Tierra José Luis Calvo, se debe en parte "a la enorme saturación de actividad militar que padece Kuwait, ya que es la puerta de entrada para la mayoría de los recursos de los 130.000 soldados estadounidenses desplegados en Irak".

Para asegurar la protección de las tropas en los viajes, los militares contarán con los cuatro helicópteros Superpuma que posee España en Irak y con los Vehículos de Exploración de Caballería (VEC), que cuentan con cañones de 25 milímetros. Eso sí, el propio Calvo indicó que los logísticos deberán abandonar algunos elementos en sus antiguas bases bien porque su transporte conlleva un coste mayor que su valor, bien porque se van a ceder a otras fuerzas o a las autoridades locales iraquís.

VUELOS DE REGRESO Posteriormente, la vuelta a casa de los últimos efectivos españoles en el Golfo Pérsico se llevará a cabo por mar y aire. En principio está previsto que en un primer vuelo civil viajen unos 60 militares del INSE III, incluido el jefe del contingente, teniente coronel Pedro Vallejo, a fin de certificar la llegada del grupo.

El resto de los logísticos, que volverá también en avión, permanecerá en Kuwait el tiempo que se estime necesario para coordinar el envío de la carga en buques de la Armada hasta Bétera (Valencia) y Almería. Tan sólo unos pocos efectivos, probablemente conductores, regresarán a España en barco. Se baraja la posibilidad de emplear también un mercante de alquiler.

Para el embarque directo de los vehículos podría utilizarse el Martín Posadillo y el Camino Español, si bien no se descarta recurrir a buques de desembarco --el Hernán Cortés o el Pizarro-- o a los de asalto anfibio --el Galicia o el Castilla--.

La misión de los logísticos en Irak será más breve de lo esperado. A pesar de que inicialmente estaba previsto que durase cuatro meses, las últimas decisiones del actual Gobierno español han reducido su estancia a dos. Durante el período previo al comienzo del repliegue, se han centrado en desarrollar trabajos de abastecimiento, transporte, asistencia sanitaria y mantenimiento a la Brigada Plus Ultra II.