Menos de 24 horas después de que José Luis Rodríguez Zapatero anunciara la retirada de las tropas españolas de Irak, ayer el Ministerio de Defensa inició la operación de repliegue de los 1.300 soldados destinados en ese país. Así lo anunció el titular del departamento, José Bono, que aseguró que "en menos de seis semanas" todos los militares habrán regresado a España.

Bono sostuvo en ese sentido que los 194 soldados de la Legión que ayer partieron de Almería hacia Irak no lo hicieron para relevar a otros tantos que han cumplido su periodo establecido de cuatro meses, sino que partieron con "medios precisos para contribuir al repliegue".

Mientras esperan su traslado a casa, los soldados seguirán bajo el mando de la Autoridad Provisional de la Coalición liderada por EEUU y Reino Unido, dijo el ministro. "Queremos colaborar al orden mundial sin servilismos y sin extravagantes protagonismos", proclamó.

ECO MUNDIAL La retirada de las tropas copó casi por completo la conferencia de prensa tras la primera sesión del Consejo de Ministros que preside Rodríguez Zapatero. Comparecieron junto a Bono la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

Bono, reacio a ofrecer detalles del operativo por razones de seguridad, desveló a regañadientes la duración del operativo después de que una periodista le pidió que confirmara la versión de un "alto cargo del Ejército", que en un encuentro informal con periodistas la cifró entre ocho y diez semanas. Dicho cargo no era otro que el jefe de Estado Mayor del Defensa, almirante Antonio Moreno Barberá. "Es imprudente el que lo ha dicho", sentenció Bono.

CONTACTOS El presidente del Gobierno comunicó ayer por teléfono su decisión al presidente de EEUU, George Bush. El mandatario norteamericano expresó a Zapatero "su rechazo a la repentina decisión de retirar las tropas españolas de Irak", según el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. Bush advirtió a Zapatero también contra futuras acciones que puedan dar falsas esperanzas a los terroristas. Bono, por su parte, mantuvo el domingo una conversación con el Pentágono en la que se le indicó que EEUU ayudará a proteger el repliegue español.

Fernández de la Vega desmintió rumores sobre posibles represalias económicas de EEUU contra España.

Los tres ministros remarcaron que la decisión de Zapatero fue "meditada" y madurada más de un mes, tiempo durante el que se mantuvieron contactos con todos los actores del conflicto. Moratinos subrayó que el propio enviado especial del secretario general de la ONU, Koffi Anan, en Irak, fue quien lo convenció de que será "imposible" una resolución antes del 30 de junio.

Por otra parte, el Congreso decidirán hoy cuándo comparecerá Zapatero para informar del regreso de las tropas. El Gobierno quería que hubiese sido hoy, pero lo más probable es que sea después del próximo jueves, tras la apertura solemne de la octava legislatura por los Reyes.

Bono tachó de "miserable" que se atribuya al Gobierno el deseo de "huir" de Irak con la retirada de las tropas. "El Ejército español no huye nunca", manifestó.

Sin citar al destinatario de su ataque, dijo que "algún Gobierno con tres soldados" tiene "poca autoridad moral para criticar a España".

Moratinos, por su parte, manifestó que hoy viajará a Dublín para conversar con su homólogo de Irlanda --país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE-- y después se trasladará a Washington para un encuentro, el miércoles, con Powell y la asesora de seguridad nacional de EEUU, Condoleeza Rice, así como con dirigentes del Congreso norteamericano.

El jefe de la diplomacia española adelantó que no ofrecerá a la Administración estadounidense "compensaciones" por la retirada de las tropas, sino que reafirmará el "compromiso" de España con la lucha antiterrorista internacional, así como con la estabilidad y la seguridad del mundo. En concreto, le garantizará el reforzamiento de las misiones de paz en Afganistán y Bosnia.

En su ronda de contactos de ayer, Zapatero habló, además de con Bush, con los presidentes de los tres países centroamericanos integrados en la Brigada Plus Ultra --El Salvador, Honduras y República Dominicana-- y dejó en sus manos la decisión de si se retiran o no de Irak. También habló con el primer ministro irlandés como presidente de turno de la UE, y líderes de Reino Unido e Italia, cuyos países tienen tropas en el país árabe.