Este verano está siendo fértil en lo que se refiere a tormentas en la capital aragonesa. Después de las vividas el 1 y el 11 de julio, la que tuvo lugar el domingo se suma a la lista de fenómenos meteorológicos intensos y poco comunes. Sin embargo, si en la anterior ocasión se trató de un reventón, esta última consistió, casi con toda probabilidad, en una línea de turbonada, es decir, varias tormentas que avanzan en conjunto de forma lineal y que abarcan una gran superficie.

Una racha máxima de 109 kilómetros por hora y precipitaciones de 22 litros fueron sus cifras. Sobre este último aspecto, el director de la Agencia Estatal de Metereología en Aragón, Rafael Requena, resalta que 17 de los 22 litros cayeron en apenas 10 minutos, de manera torrencial, lo que pone en relieve su intensiddad.

Además, detalla que esta línea de tormentas avanzó de suroeste a noroeste y afectó a una zona amplia, no solo a la capital aragonesa. Los daños registrados en puntos distantes, como en Monegros (donde se midieron rachas de 122 kilómetros por hora en Lanaja y de 115 en Leciñena) corresponden, de esta manera, a este mismo conjunto, un hecho que pone de relieve la superficie y el avance de los mismos. «Ya no se trata de una intensidad, sino de su dimensión espacial», destaca Requena.

Para ponerla en contraste con la vivida el pasado 11 de julio, el meteorólogo explica que en esa ocasión fue lo que se conoce como un reventón. El aire se desplomó encima de Zaragoza y las rachas no solo fueron en el mismo sentido del de la tormenta, sino también en el sentido contrario. «Es como tirar un cubo de agua al suelo», ejemplifica. En la del domingo, el aire llevaba la misma dirección que el propio sistema de tormentas que avanzaban juntas.

AGUA Y VIENTO / Además de este fenómeno que afectó a varias localidades de Zaragoza y de Huesca, principalmente en Monegros, en Aragón se desarrollaron el domingo multitud de tormentas y llegaron a caer más de 10.000 rayos en doce horas, lo que lo convierte, probablemente, en el día que más se registraron de todo el año.

No obstante, las tormentas que tuvieron lugar en otros puntos de la comunidad, como en la cordillera pirenaica o en la provincia de Teruel, no eran las mismas que pasaron por Zaragoza y Monegros. En estos casos, Requena considera que podrían haberse dado otros fenómenos como una supercélula u otras de aspecto de rotación.

En cuanto a las precipitaciones, las cifras más altas se recogieron en Teruel y el Pirineo. Concretamente, en Valbona, donde tuvieron que rescatar el domingo a tres personas de un vehículo atrapado en una rambla, se alcanzaron los 60 milímetros, según recoge el SAI de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En el norte de la comunidad fue Capella en donde se alcanzó su máximo, de 42,8 milímetros, seguido de Benabarre, con 31,8.

Tras este fenómeno, el director de la Aemet estima que, en los próximos días, el tiempo estará más tranquilo y las tormentas darán una pequeña tregua en Aragón. Sin embargo, señala Requena que hacia el final de esta semana volverá a haber condiciones propicias para que se desarrollen.