El turismo aragonés aspira a registrar su mejor campaña de verano desde antes de la crisis. La recuperación económica y la mejora del mercado laboral comenzó a reactivar el sector en el 2015, pero no fue hasta el 2017 y el 2018 cuando despegó realmente. El año pasado, de hecho, la actividad vivió su segundo mejor verano desde el del 2008, en plena Expo de Zaragoza. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la ocupación hotelera en la comunidad alcanzó entre los meses de julio y agosto del 2018 las 1,32 millones de pernoctaciones, la segunda mejor cifra de la serie histórica solo superada por las 1,33 millones del 2008. El sector se muestra optimista y confía en mejorar esos datos. «Esperamos crecer respecto al año pasado, aunque el incremento no será elevado», indica José Luis Yzuel, de la confederación de empresarios de hostelería y turismo de la comunidad, que recuerda que Aragón está a la cabeza de las regiones sin mar. Por el momento, el 2019 está siendo muy similar al 2018, con 2,12 millones de pernoctaciones hasta el mes de mayo, frente a las 2,17 del mismo periodo del 2018.

largo camino / Aunque se alcancen las cifras de ocupación del periodo precrisis, todas las fuentes consultadas indican que aún quedará un largo camino hasta recuperar los niveles de facturación debido a la caída y posterior congelación de precios. «Ha habido un gran cambio en este sentido y aún estamos lejos de los precios del 2006 y el 2007», advierte José María Turmo, que fue durante ocho años presidente de los hoteleros de Huesca. En el 2017, la facturación media por habitación en Aragón rondaba los 59 euros frente a los 78 de España. «Nosotros llevamos ocho años manteniendo el precio de nuestros hoteles», apunta el director de la Asociación Turística del Valle del Aragón, Ángel Bandrés.

La Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón recuerda que la recuperación económica ha permitido que más personas viajen, pero con un gasto incluso inferior al de antes de la crisis. El mayor reto de la comunidad es que el sector aporte más valor añadido.

EL 10% DEL PIB REGIONAL / Aunque Aragón no es una comunidad eminentemente turística, el peso de este sector no ha dejado de escalar posiciones en los últimos años y ya representa el 10% del PIB regional. En algunas comarcas, de hecho, es la única actividad capaz de crear riqueza y luchar contra la despoblación. Lo sabe bien el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Teruel, Juan Ciércoles, quien subraya que el sector se ha convertido en el mejor salvavidas de algunos pueblos de la provincia. «Por suerte el año pasado ya fue bastante bueno y este apunta en la misma línea», indica Ciércoles, que apuesta por seguir generando alternativas de ocio para el turista. «Aunque la cosa vaya bien la administración pública debe seguir invirtiendo en este sentido y tiene que continuar promocionando la comunidad», señala.

Según indican fuentes del sector, el calor que está golpeando a la comunidad también animará las reservas. Muchos de estos turistas viajarán al Pirineo, donde «poder dormir con manta se convierte en un valor añadido», tal y como apunta Turmo. «Si el tiempo aguanta, este verano será mejor que el anterior», asegura el hotelero, que destaca el «atractivo natural» del Pirineo. «Los peores años fueron el 2012 y el 2013, pero la recuperación real no llegó hasta el 2015», añade.

La crisis supuso una larga travesía por el desierto para el sector. «Las pequeñas agencias de viajes han resistido a base de reducir mucho los gastos», reconoce el vicepresidente de la asociación de agencias de viajes de Aragón, Javier Ariza, quien indica que la actividad se va recuperando «aunque muy poco a poco». Respecto al cambio de hábitos del turista aragonés, Ariza comenta que hay una tendencia a reservar cada vez más tarde los viajes, quizá por «la falsa creencia» de que si se espera al último momento salen más económicos. «Lo del chollo de última hora ya casi no se da; reservar por ejemplo un crucero o un viaje de larga distancia sale mejor si se hace con tiempo», explica Ariza, que para los contratiempos recomienda contratar un seguro de cancelación.

La pujanza del turismo se ha dejado notar en las cifras de empleo. El pasado verano anotó su récord con un promedio de más de 40.000 ocupados en la hostelería y las agencias de viaje de la comunidad, un crecimiento que incluso está provocando problemas de falta de mano de obra en las zonas rurales.

ZARAGOZA

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