Vuelven a sonar las alarmas por la caída del turismo. Si es que habían dejado de sonar. Las recomendaciones realizadas por varios países como Bélgica, Inglaterra o Francia de no elegir Aragón, y otros territorios de España, como lugar de vacaciones ha sido el último de los golpes que podía recibir este sector en un verano en el que la caída de turistas es alarmante y las previsiones de agosto empeoran por momentos.

Da igual a dónde se mire que todas las comarcas de la comunidad, estén o no en fase 2, han perdido turistas, principalmente extranjeros. En Aragón, la comarca central (donde está incluida la ciudad de Zaragoza) Bajo Cinca, Bajo Aragón - Caspe y Monegros se encuentran en fase 2 «restrictiva» y Cinca Medio, La Litera, Huesca y Barbastro en fase 2 «flexibilizada». Una circunstancia que están sufriendo también en la provincia de Teruel, donde todos sus rincones se encuentran en la llamada nueva normalidad y, aún así, el grado de ocupación ronda el 10%. Solo las en de Gúdar-Javalambre, Maestrazgo, Matarraña o Albarracín pueden estar relativamente satisfechos, al ser las más visitadas.

ZARAGOZA SIN GENTE / La capital aragonesa se ha convertido en una ciudad fantasma. Además de por los 36 grados que marcaban ayer los termómetros y por el éxodo vacacional propio de esta época, porque los turistas no quieren visitar una ciudad golpeada por el covid.

Prueba de ello es que en el hotel Reino de Aragón este fin de semana se ha registrado una caída en picado. La ocupación ha oscilado entre el 15% y el 20%, cuando el año pasado por estas fechas lo hacía entre el 87% y el 93%. Unas cifras que no son exclusivas de este céntrico hotel, sino que comparten con el resto de establecimientos hoteleros que se han visto obligados a bajar los precios. Pero ni con las ofertas logran superar al miedo que generan las cifras y la curva epidemiológica en ascenso.

El toque de queda en los bares y restaurantes tampoco ayuda. «La situación es gravísima porque muchos están cerrando y con muy malas perspectiva de cara a septiembre. La incertidumbre es tremenda», comenta quien está al frente de la patronal de hostelería, Luis Vaquer, que precisa que están haciendo un 10% de la caja habitual.

SOLO FRANCESES / Por la provincia de Huesca la situación no es mucho más optimista, y eso que este fin de semana ha sido mejor que el pasado. Los franceses se resisten a no cruzar la frontera para disfrutar de un fin de semana de naturaleza y actividades, pero ni rastro de belgas, holandeses o ingleses. En la comarca del Somontano suponen entre el 10% y el 15% de los turistas. Una cifra que no es muy elevada pero que sí tiene un gran impacto económico. «No hay que olvidar que tienen un poder adquisitivo mucho más alto que el nuestro y no escatiman a la hora de programar actividades o comer», explica el alcalde de Alquézar, Mariano Altemi.

Por esta zona apenas están sufriendo cancelaciones y las cifras que están obteniendo son «aceptables», aunque solo durante los fines de semana porque de lunes a viernes pocos son los turistas que se ven por las calles de los municipios oscenses. Es lo que sucede en el Sobrarbe, donde no se ven europeos pero tampoco catalanes. «Hemos perdido el turismo de Cataluña, que era muy importante, pero ellos tampoco están para viajar», comenta el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, que asegura que el retroceso a la fase 2 de la capital aragonesa les ha afectado mucho porque la imagen que se da fuera de Aragón es la de que toda la comunidad está en la misma situación.

Por esta comarca está triunfando el turismo de caravana, furgoneta y cámping. Se trata de una zona en la que los deportes de montaña, como el barranquismo, tienen mucha fama y hay muchos que no pueden resistirse a esta tentación. Una a oferta que encandila a los extranjeros, que representan el 50% de las visitas. Sin embargo, ya están llegando las cancelaciones de agosto, el mejor mes del año.

En la comarca del Alto Gállego, en Sallent, ayer había bastante movimiento, pero su alcalde, Jesús Gericó, admitía que estaba siendo «más flojo» que en las últimas semanas, cuando habían recuperado, aunque sin tirar cohetes, cierto turismo.