CCOO y UGT confían en que el clima creado en torno a la huelga feminista del 8-M marque «un antes y un después» en materia de igualdad, según señalaron ayer en Sevilla los responsables de ambas organizaciones, Unai Sordo y Josep Maria Álvarez, respectivamente. Tras insistir en que la movilización «no es partidista», pero sí tiene un sesgo ideológico de «lucha política» en pos de una «sociedad igualitaria», apuntaron que en torno al 83% de las mujeres se muestra favorable a secundar los paros. «El discurso de la igualdad en la sociedad no está ganado, todavía pervive y hay que hacerlo irreversible», animaron.

Los sindicatos mayoritarios hicieron una llamada a la movilización de los trabajadores para secundar los paros de dos horas por turno para que «sea un éxito apoteósico de movilización social» y se visualice el peso de la mujer en determinados sectores como el sanitario o el educativo, donde son mayoría. «El 8-M hay que parar», insistieron. «Las huelgas no se hacen por Twitter, sino estando con la gente a la que decimos que paren», dijo Sordo.

Justo antes de asistir a la asamblea de delegados previa al 8-M, celebrada en Sevilla, Álvarez subrayó que no se trata de concebir la jornada como una «cuestión solo de mujeres», sino que busca «abrir un debate en los centros de trabajo» acerca de la discriminación laboral y «analizar cómo somos capaces de construir una sociedad donde se eliminen estas situaciones». «La lucha por la igualdad no acaba el 8 de marzo», insistió el dirigente de UGT.

«RESPONDER ANTE LA HISTORIA»

En este punto, el responsable de UGT apuntó que no convocar la huelga también es una opción política, y que quienes planteen esta convocatoria en negativo «tendrán que responder ante la historia», porque «es importante» para avanzar. «Sería imperdonable no aprovechar la oportunidad viendo el clima que se ha creado, para conseguir que el 8-M sea una jornada que represente un antes y un después en la igualdad de derechos y en la dignidad de la mujer», apuntó el líder de UGT. En la misma línea, Sordo vaticinó que «va a haber una marea en un movimiento de empoderamiento como no ha conocido España», asegurando que la jornada de mañana «será un gran acicate para que el discurso de la desigualdad no tenga cabida».

CCOO quiso desmontar las afirmaciones de los contrarios a los paros, y algunas formaciones de la derecha que niegan la diferencia de sueldo entre sexos. «Las brechas salariales y de género son ciertas, no son un invento estadístico», enfatizó Sordo.