Hoy tocará debatir sobre lo que la presidenta Rudi expuso ayer en la tribuna de las Cortes. Puede ser que los grupos parlamentarios opten por enfocar sus posturas ante las propuestas políticas que lanzó en los últimos minutos de su discurso: menos diputados, listas abiertas, eliminación de aforamientos o impedimentos a la presentación de candidatos con cita en el juzgado. Pero eso va para largo, requiere pasos nacionales y suena al populismo que desde su formación critican, por no hablar del tiempo que se ha tenido para impulsarlo y no en la última tirada y espoleados por las europeas. Lo lógico es que los grupos le recuerden el sentido profundo del debate, qué se ha hecho en un año --o en tres si se acepta lo del menú completo--. Y ahí, aunque las cifras dan para todo, la gente no necesita oírlas adornadas. Las sufre.