La Universidad de Zaragoza ha dado orden de no ejecutar tareas de mantenimiento que no sean urgentes debido a la maltrecha situación de sus arcas económicas. En una circular enviada desde el vicerrectorado de Infraestructuras a los decanos y directores de centros, la institución académica lamenta la obligación de postergar peticiones como la sustitución de alumbrado fundido --solo se atenderá en caso de que el nivel de iluminación sea insuficiente--, la modificación de instalaciones básicas de electricidad y fontanería, o la reparación de persianas salvo que se trate de espacios por los que se pueda acceder desde el exterior "o casos en los que se imposibilite una docencia adecuada".

Además, el rectorado también aplaza la ejecución de "determinados" traslados u otras intervenciones "que puedan ser demoradas un par de meses". Así, el vicerrector de Infraestructuras, Joaquín Royo, y el director del servicio de mantenimiento, Luis Sánchez, firman una circular interna en la que se insiste en que "de aquí a finales de enero solo se podrán atender aquellas solicitudes cuya ejecución se considere estrictamente necesaria".

RECORTES

La comunicación viene a responder a los numerosos partes recibidos por el servicio de mantenimiento acerca de las necesidades de cada centro o facultad. En este sentido, la circular indica que "al igual que el resto de servicios y centros de la Universidad de Zaragoza", el servicio de mantenimiento "se ha visto afectado por los recortes económicos en la partida de presupuestos de este año 2014" y añade que "las numerosas intervenciones y trabajos realizados en todos los campus, hasta la fecha, nos han conducido a una situación económica muy mermada a estas alturas de ejercicio".

Por eso, el rectorado afirma que la situación obliga a "un esfuerzo de contención del gasto en los trabajos que se soliciten a través de las peticiones de partes de mantenimiento" aunque exceptúa "cualquier avería urgente o incidencia que tenga que ver con la seguridad de las personas e instalaciones", que serán "inmediatamente" atendidas.

De este modo, las infraestructuras universitarias vuelven a sufrir un serio revés debido a las dificultades económicas. A pesar de la necesidad de acometer la reforma integral de la facultad de Filosofía y Letras --hace diez días volvió a caerse un trozo del techo de la biblioteca debido a la abundante lluvia y el agujero todavía no ha sido reparado--, de completar el equipamiento de la facultad de Educación y de las actuaciones pendientes, los presupuestos del Departamento de Educación acumulan cuatro años consecutivos destinando cero euros a infraestructuras universitarias --para el 2015 ni siquiera se contempla esa partida--. Al menos, el ejercicio pasado sí fue posible recurrir al fondo de contingencia para reanudar las obras en la Facultad de Educación.

Además de la reforma integral de Filosofía y Letras, que ocupa el primer lugar en el listado de actuaciones urgentes, y de acabar de equipar Educación, la universidad también tiene pendientes otras tareas urgentes, como las relacionadas con el mantenimiento de la Facultad de Veterinaria, con problemas de saneamiento con sus vertidos. Además, el edificio Interfacultades necesita una adaptación para poder acoger nuevas titulaciones tras el paso por allí de los alumnos de Educación.