La Unión de Consumidores de Aragón (UCA) exigió ayer una reducción en los precios del AVE Madrid-Barcelona a raíz de las palabras de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, quien aseguró que la alta velocidad no alcanzará los 350 kilómetros por hora prometidos por el anterior equipo del departamento.

El presidente de la UCA, José Angel Oliván, señaló que, de la misma manera que las tarifas actuales son "excesivas", éstas deberán revisarse si se constata la noticia dada por la ministra de Fomento. "Cuando alcanzara los 350 kilómetros por hora pretendían subir los precios. Si no se logra, no tendrían que implantar los incrementos", indicó Oliván.

Las palabras de Alvarez provocaron un alud de reacciones dispares desde todos los sectores: político, empresarial, científico y sindical. Mientras el presidente del PP en Aragón, Gustavo Alcalde, calificaba de "tontería y simpleza" el anuncio de la ministra de Fomento, el vicepresidente de la DGA, José Angel Biel, apuntó que alguien ha debido equivocarse, "o quien dijo en su momento que se llegaría a esa velocidad o quienes ahora afirman que no es posible". Ahora bien, Biel restó importancia a este hecho y agregó que lo importante es que "se reduzcan tanto los tiempos como las distancias". En la misma línea se manifestó el consejero de Obras Públicas, Javier Velasco, quien se mostró "confiado" de que finalmente se pueda llegar a la velocidad prometida.

Desde el ámbito empresarial se trasladó un mensaje de escepticismo respecto a las declaraciones de Alvarez. De la misma manera que el secretario general de la Confederación Regional de Empresarios de Aragón, Fernando García de Leániz, apuntó que faltan datos técnicos para apoyar la versión de la ministra, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Zaragoza, José Enrique Ocejo, subrayó su "sorpresa" por el anuncio. "Si llega a los 300 kilómetros por hora, el tema no será tan preocupante. Lo prioritario es ganar el mismo tiempo con Barcelona que con Madrid", añadió. Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio aragonesa, Manuel Teruel, expresó su deseo de que no se hable del AVE "por cuestiones colaterales" y de que se logre aumentar la frecuencia de los servicios.

Los sindicatos del transporte fueron más críticos en sus juicios. El secretario general de la Federación de Transportes de UGT, Francisco Catalán, afirmó que la situación actual es cuanto menos "preocupante" porque "alguien no está diciendo la verdad". Y el representante del sector de CCOO, Cesáreo Rodrigo, estimó que el AVE es una obra "faraónica" realizada "con pies de barro".

Igualmente, el presidente del Colegio de Geólogos de Aragón, Joaquín Lahoz, aseguró que tanto el ministro anterior como el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) pecaron de "falta de coordinación y prepotencia para analizar bien los estudios existentes". "Tanto el colegio catalán como el nuestro ya nos hemos puesto a disposición de la ministra para colaborar en lo que sea posible", añadió.

TORMENTA POLITICA EN CATALUÑA La polémica sobre la velocidad del AVE también afectó a Cataluña, donde los principales representantes políticos mostraron sus diferencias. El portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, calificó de "lamentable" que no se puedan alcanzar los 350 kilómetros por hora. Sin embargo, el jefe de la oposición en Cataluña, Artur Mas, pidió a la ministra que "haga declaraciones que den esperanzas y compromisos".