Las vacunas se asocian con niños y al fiel seguimiento de un calendario de vacunación institucionalizado desde 1965 y que ha sufrido constantes modificaciones, variaciones y diferencias entre comunidades. Las dosis para adultos quedan relegadas a casos especiales, como la necesidad de adquirir inmunidad ante una operación o un trasplante o para personas con factores de riesgo o personal sanitario. Sin embargo, los mayores de 50 años nunca fueron vacunados de forma reglada, por lo que las autoridades sanitarias sí establecen una serie de recomendaciones en función, principalmente, de la edad y de la comunidad de residencia.

Así, se recomienda administrar una dosis de la vacuna contra tétanos y difteria a adultos no vacunados "tan pronto como sea posible", para dar una segunda dosis al menos 4 semanas tras la primera y una tercera seis meses después de esta última. En adultos con vacunación incompleta en la infancia, Salud Pública sugiere contabilizar cualquier dosis administrada previamente y completar 5 dosis. Por último, los que de niños fueron vacunados correctamente deberían tomar una dosis de recuerdo a los 45 años y otra al alcanzar los 65.

Triple vírica

En cuanto a la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas), se recomienda ofertar y recomendar la administración de una dosis a los adultos "no vacunados o sin historia documentada previa de enfermedad y que no tengan contraindicación médica, aprovechando los contactos que realicen con los servicios sanitarios".

Esta vacuna no se incluyó en el calendario hasta 1981, por lo que la recomendación recae especialmente en personas de entre 35 y 50 años. El resto quedará en función de posibles viajes, actividad profesional o factores de riesgo. El ministerio, eso sí, recomienda la vacunación con triple vírica a todo el personal sanitario sin antecedentes.

Gripe y neumococo también figuran entre los virus para los que se aconsejan vacunar a adultos. Así, la vacuna contra la gripe se recomienda a mayores de 65 años. Internos en residencias, enfermos crónicos, niños y adultos con enfermedades cardiovasculares o pulmonares, incluyendo niños con asma o que hayan precisado seguimiento médico periódico u hospitalización en el año precedente, por enfermedades metabólicas crónicas, insuficiencia renal, hemoglobinopatías o inmunosupresión, entre otras. La vacuna contra el neumococo también se aconseja para personas con factores de riesgo y ancianas que viven en instituciones cerradas, por el mayor riesgo de contagio. La revacunacion no se recomienda de forma rutinaria y solo se administrará una dosis en personas vacunadas hace más de 5 años y en las siguientes circunstancias: mayores de 65 anos, que recibieron por alguna indicacion especial, la primera dosis antes de los 65,.personas con alto riesgo de infeccion neumocócica grave (asplenia, fallo renal cronico, sindrome nefrótico, u otras condiciones asociadas con inmunosupresion).