Más calidad y menos cantidad. Son las rasgos distintivos con los que se está desarrollando la vendimia en Aragón, que enfila en la próxima quincena su momento culminante. Las cuatro denominaciones de origen protegidas (DOP) de la comunidad (Cariñena, Borja, Somontano y Calatayud) afrontan con optimismo una campaña que se prevé buena. Y eso, a pesar de que la cosecha se reducirá conjuntamente en torno a un 18,5% respecto al año anterior, al pasar de 166 a 135 millones de kilos de uva, debido principalmente a las elevadas temperaturas y la escasez de lluvias durante los meses de primavera.

Estas son las estimaciones que manejan a día de hoy las bodegas agrupadas en los consejos reguladores, que han rebajado su previsión en 10 millones de kilos en el último mes. Sin embargo, el volumen de uva esperado no varía mucho de los valores medios de los últimos diez años. Y en cuanto a la calidad, las cuatro demarcaciones vinícolas creen que será «muy buena» o «excelente».

El inicio de la vendimia se ha adelantado como nunca antes en todos los casos como consecuencia del cambio climático, según aseguran desde las denominaciones aragonesas. La primera que inició la recogida de uva fue la DOP Somontano, que lo hizo de forma casi testimonial el 4 de agosto y el día 9 de forma más general. «Es el año que antes hemos empezado a vendimiar», apuntan fuentes de esta última. La de Borja arrancó la campaña el 8 de agosto con la variedad moscatel y esta semana ha comenzado con las uvas tintas tempranillo y merlot, pero el periodo de máxima actividad será del 10 al 15 de septiembre. La denominación de Cariñena, por su parte, levantó el banderín la semana pasada y ya trabaja al 100%. En la de Calatayud, en cambio, todavía no ha empezado al ser la más tardía por la altura de sus viñedos (entre 700 y 800 metros). La fecha prevista para el inicio es el 15 de septiembre, unos diez días antes que en una campaña normal.

CARIÑENA, "EXCELENTE"

La mayor de todas ellas, con 13.800 hectáreas de viñedos, es la DOP Cariñena, donde se prevén alcanzar los 77 millones de kilos de uva (el 57% de la producción total de Aragón bajo este marchamo de calidad), lo que supone una merma del 21% respecto a los 98 millones del año pasado. El motivo de este bajón son «las temperaturas cálidas y la escasez de lluvia» que se ha producido a lo largo del año, explicó ayer el presidente de la denominación, Ignacio Casamitjana, en el acto de presentación de la campaña de promoción Septiembre en Cariñena. No obstante, la cosecha estimada se sitúa solo un 7% por debajo de la cifra media de la última década. Además, la «climatología adversa» que se ha producido hasta ahora podría paliarse en parte con las últimas precipitaciones. «Las lluvias son muy recientes y serán buenas si permiten una maduración más lenta de la uva», explicó.

Casamitjana subrayó asimismo que los técnicos consideran que «el estado sanitario de la uva es muy bueno» y auguró una «calidad excelente» de los vinos que salgan de esta cosecha.

En la DOP Borja se esperan cortar 30 millones de kilos de uva, un 15% menos que el año pasado (35,5 millones), cuando se alcanzó el segundo mayor registro de su historia. Esta cifra está en linea con la producción media de los últimos diez años (29,6 millones) y supera el promedio histórico (23,5).

«La calidad será muy buena si la vendimia continúa desarrollándose con normalidad», apuntó José Ignacio Gracia, director de la denominación, que destacó el incremento del 15,2% registrado en las ventas del primer semestre. «Nuestra ilusión es superar el récord histórico de 20,6 millones de botellas que logramos el año pasado», afirmó. La denominación de Borja es además la única que tiene en marcha proyectos de nuevas bodegas. Dos en concreto: la ampliación de Borsao, cuyas nuevas instalaciones comenzarán a funcionar en septiembre, y Morca, que impulsa el grupo vitivinícola Juan Gil.

SOMONTANO SE RECUPERA

En el Somontano es donde más adelanta va la vendimia. Ya se ha completado la recolección del 35% de los 17 millones de kilos de uva que se esperan recoger. Esto supone un 8% menos en relación a la cosecha anterior, que fue de 18,455 millones. «La calidad será muy buena. Sanitariamente la uva está perfecta, sin ningún problema fúngico (de hongos)», subrayó el director de la DOP oscense, Oscar Torres, quien confió en que las lluvias no compliquen lo que queda de campaña. En cuanto a las ventas, la denominación prosigue con su «recuperación» tras el bache de la crisis, que le afectó más que otras ya que su comercialización está más centrada en España que en el extranjero (el 70% y el 30% de la producción, respectivamente). En el primer semestre del año, mejoró un 5% las ventas, que el año pasado llegaron a 14,950 millones de botellas. «Estamos en un buen momento. Los proyectos que más se resintieron se están relanzando», indicó en alusión a Bodegas Sommos (antes Irius), que fue adquirida por Piensos Costa, y Laus, con cuyas riendas se ha hecho la prestigiosa Enate.

En la DOP Calatayud se esperan vendimiar algo más de 11 millones de kilos, en torno a un 20% menos que en el 2016 (14 millones). «La mayoría de nuestro viñedo está en secano y la falta de precipitaciones se ha notado», explicó Javier Lázaro, secretario de la denominación. Con todo, recalcó, la calidad será «muy buena», El 85% de su producción va el exterior y el pasado año vendió 7,5 millones de litros de vino.