Aragón ha reducido las muertes en carretera durante los pasados meses de julio y agosto en un 37% con respecto a igual periodo del año pasado, 12 víctimas frente a las 19 del 2018.

Este resultado, muy superior a la media nacional, es en gran medida consecuencia del buen comportamiento de la provincia de Huesca, donde los dos pasados meses se registraron tres muertes en carretera, cinco menos que en el verano del pasado ejercicio.

En Zaragoza, asimismo, se registrón un descenso de la mortalidad, pero menos acusado, ya que se pasa de los nueve muertos del 2018 a los siete de este año en el periodo estival.

Teruel, por su parte, se mantiene igual que en el 2018, con dos muertos en ambos ejercicios, según las cifras facilitadas ayer por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT.

La reducción de los fallecidos en las vías interurbanas de la comunidad, a 24 horas, se inscribe en una tendencia que abarca los ocho primeros meses del año y no exclusivamente la época veraniega.

De hecho, según la DGT, en lo que va de año se han registrado en la comunidad aragonesa 35 muertos, 10 menos que en los primeros ocho meses del 2018. El mismo descenso se aprecia en cuanto al número de accidentes mortales, que ha pasado de los 40 del año pasado a los 31 de este.

Las últimas cifras apuntan provisionalmente a una cierta tendencia a la baja en la mortalidad en las carreteras. Sin embargo, se trata de unos resultados que varían enormemente de un año para otro, con años negros, como el 2013, que se cerró con 18 muertos, uno menos que en 2018, y ejercicios como el del 2015, que arrojó un balance de ocho muertos en el verano.