No son unos premios en los que se suela cumplir la condición de favorito (solo hay que echar un vistazo al palmarés o ver lo que le ocurrió el año pasado a David López) pero este año, todo sea por llevar la contraria a la previa que publicábamos ayer, Víctor Solana era el máximo favorito para triunfar ya que acumulaba tres nominaciones por El subsuelo (Colección Thermozero de GP Ediciones) y sí que ha sido el que más veces ha subido al escenario. Hablamos de la gala de los Premios del cómic aragonés (organizada por Viñetario en colaboración con el propio Ayuntamiento de Zaragoza) donde Solana se ha llevado el de Mejor obra aragonesa y el de Mejor dibujo. Lo ha hecho en una gala celebrada en el Centro Cívico Universidad conducida por primera vez por Marisol Aznar y Jorge Asín y que ha contado con la presencia del consejero de Participación y Relación con la Ciudadanía del Ayuntamiento de Zaragoza, Javier Rodrigo, además de con una sala repleta para respaldar al noveno arte.

Solana, visiblemente emocionado y que hay que recordar que debutaba en el mundo del cómic, ha considerado que era «una pasada recibir estos reconocimientos» y que estaba, «que no se lo creía de contento». Pero junto a Víctor Solana hay que destacar otros tres nombres de la gala de hoy. El de Carlos Azagra y Encarna Revuelta (pareja inseparable que han marcado una etapa en el mundo del cómic y que tienen una predilección especial por Aragón) porque han sido los que han recibido el Gran Premio del Cómic Aragonés de manos del último ganador, Luis Royo, en una decisión que se ha desvelado en el transcurso de la gala y, junto a ellos, el de otro veterano del mundo del cómic, Antonio Altarriba, que ha conquistado su tercer galardón al Mejor guion (en esta ocasión por Yo, loco, publicado por Norma Editorial) de las nueve ediciones celebradas. Todo un récord que iguala al que tiene David López que cuenta con tres reconocimientos a su dibujo en la historia de estos galardones.

Otro de los premios que más sentido tiene es el de Mejor fanzine que, en esta ocasión, ha recaído en Sara Soler (una de las grandes promesas del cómic aragonés que ya es una realidad) por su Us que, además, le sirvió para hacer un alegato emotivo sobre las personas trans.

El palmarés se ha completado con los premios para Mies, de Agustín Ferrer Casas (Grafito Editorial) como Mejor obra nacional por delante de otros trabajos como el de Flavita Banana (presente en la gala) y para Laura Dean me ha vuelto a dejar, de Mariko Tamaki y Rosemary Valero-O’Connel (La cúpula) como Mejor obra internacional. Ninguno de ellos estuvo para recoger el galardón aunque sí se pudieron ver vídeos agradeciendo el reconocimiento por un lado de Ferrer Casas y por otros del editor de La cúpula.

La gala, presentada como decíamos por Jorge Asín y Marisol Aznar (que debutaban en estas lides) terminó con una imitación de Pimpinela cantando un tema adaptada al mundo del tebeo y con un grito en común: «¡Viva el cómic!». Pistoletazo de salida para un fin de semana intenso de cómic.