El PSOE teme que el 2014 será otro año para el recorte. Primero porque el Ministerio de Hacienda obligará al Ejecutivo aragonés a volver a la senda del cumplimiento del déficit con un calzador llamado plan de reequilibrio. Y segundo porque el dato publicado ayer por el Gobierno central y que sitúa el desajuste de la comunidad en el 0,25% no invita al optimismo.

El secretario general de los socialistas, Javier Lambán, presidió ayer la reunión de la comisión ejecutiva del partido. Insistió en que el incumplimiento del déficit tendrá consecuencias "absolutamente demoledoras" porque significará más recortes y "que se apriete más el cuello de los aragoneses más desfavorecidos".

A la vista de la cifra del déficit acumulado de enero y febrero de este año en Aragón publicado ayer (del 0,25% del PIB), Lambán aseguró que si continúa la desviación entre ingresos y gastos, a fin de año Aragón volverá a incumplir y tendrá que enfrentarse a "recortes adicionales". Por eso a su juicio es cada vez más justificada una "reacción política y ciudadana" ante una situación que "amenaza con llevarse por delante el modelo social", subrayó.

Ante esta situación, Lambán anunció que va a proponer a los agentes sociales y económicos y al llamado tercer sector --el no lucrativo-- un "gran pacto" a favor del estado social que haga frente a la difícil situación que se vive en España. El secretario general de los socialistas explicó que su intención es intentar convencer a las fuerzas políticas y sociales de que las consecuencias "más insoportables" de la crisis son el incremento de familias con todos los miembros en paro, el aumento de personas bajo el umbral de la pobreza o situaciones como las de los niños que van al colegio sin desayunar.

Por eso, en la reunión de ayer propuso al PSOE que dedique "más esfuerzos" a situar los problemas de la desigualdad en el centro de la agenda política para hacer frente a esta "lacra". Se refirió a las "absolutamente desoladoras" cifras del paro que arrojó ayer la Encuesta de Población Activa (EPA), que demuestran que la recuperación económica de la que algunos hablan es "más nominal que real". Aunque es verdad que el PIB crece "de forma tenue", lo hace "a costa de un incremento brutal de la desigualdad, del deterioro del estado del bienestar y de la creación de empleo", dijo.