Regularidad, motivación, fe, trabajo y, principalmente, humildad". Esas son, a juicio de Alvaro, las claves del éxito del Zaragoza. Las mismas que deberá mantener para hacer un buen papel esta temporada. Las que permitieron ayer por la tarde ver a un joven Zapater exultante que, con sólo dos partidos como profesional, ya puede presumir de título. "Estoy que casi no me lo creo", repetía. Más aún cuando recuerda que en la última Copa, frente al Celta, él era uno de los que estaba debajo del balcón aclamando a sus ídolos. "Es una sensación muy especial", apuntó.

El recién llegado Javi Moreno también estaba pletórico. "Lo más importante era traerse la copa para acá y que la gente y nosotros lo disfrutáramos", dijo en su primer triunfo como zaragocista. Pero no se quiso dejar llevar únicamente por la euforia y recordó todo el trabajo que tienen por delante, empezando por el encuentro del domingo. "Ahora tenemos un partido difícil contra el Getafe, tenemos que ir paso a paso, despacito y con buena letra, ya que va a ser una temporada muy larga", advirtió. Está convencido de que los trofeos de este año se han conseguido por seguir esa línea, "por ir pasito a pasito y sin hacer ruido". El presidente, contagiado por sus jugadores, se mostró encantado con la llegada de un nuevo trofeo a la vitrina. "Ya está la pareja: la simple y la super, las dos", exclamó.

Víctor Muñoz hizo un rápido análisis de lo que ocurrió sobre el terreno de juego, donde consideró fundamental el factor sorpresa. "Sabíamos que si aguantábamos el 0-0 y hacíamos un gol se les complicaba y además creo que el equipo jugó muy bien, con mucha inteligencia y creando los problemas que el Valencia podía tener", explicó. "Creo que el equipo lo hizo muy bien y en el campo se vio que el Zaragoza fue superior", indicó.

El técnico zaragocista reconoció ser ambicioso, pero "con los pies en el suelo". Al igual que Alvaro y Javi Moreno aseguró que su mente ya está puesta en el arranque liguero. "Ahora lo que me gustaría es hacerle tres puntos al Getafe", manifestó. De nuevo hizo una llamada a la tranquilidad y humildad que considera parte de la idiosincrasia del club: "Vamos a ir paso a paso y ver dónde nos podemos ubicar. Hay que ser humildes y pensar en sumar tres puntos el domingo y después ya veremos". Es consciente de la ilusión suscitada, pero ante todo dice que hay que ser consecuente. Y, en un momento como el de ayer, donde la afición se volcó, no dejó pasar la oportunidad de hacer un llamamiento para cuando lleguen las vacas flacas . "Creo que la afición nos va ayudar en los momentos difíciles que tendremos".

MIRANDO ADELANTE Soláns, sin querer restar importancia al momento, insistió en que tras las celebraciones de ayer, toca pensar en lo que está por venir. "Hoy queremos divertirnos, pero mañana (por hoy) los jugadores deben centrarse en el partido del domingo. Empieza ya la competicion de la regularidad, la que nos va a calificar al final de la temporada". Y pensando en el inminente comienzo de la Liga, puso el listón alto: " Tener en el mes de enero 45 puntos y mantener la categoría, en el mes de marzo los 57 que son UEFA, y al final los más de 60 que suponen la Liga de Campeones". Aunque instantes después afirmó que es "complicado" marcarse objetivos a largo plazo. Así que mejor pensar en lo más inmediato. "¿Un objetivo clarísimo? Ganar al Getafe", concluyó el presidente. Las palabras del técnico del Zaragoza, en medio de tanto júbilo, expresaron la serenidad que el club trataba de transmitir: "No queramos correr antes que andar".