José Luis Rodríguez Zapatero garantizó ayer en Zaragoza que cuando gobierne afrontará el problema del agua con "diálogo, sin trasvases absurdos y sin dañar al Ebro". Constantemente ovacionado con gritos de "¡presidente, presidente, presidente!" de las cerca de 10.000 personas que llenaron la plaza de toros, Zapatero se alió desde el principio con su auditorio al defender, en contra de lo que sostiene el Gobierno de José María Aznar, que Aragón es "un pueblo solidario" con el resto de España.

"Los aragoneses quieren que el Levante, Murcia y Almería tengan agua suficiente, pero no con trasvases absurdos", señaló ante una multitud entregada que llenó de banderolas ZP el coso zaragozano.

Zapatero abrió su intervención con una promesa: "El 14 de marzo habrá un Gobierno en España con Aragón y no en contra de Aragón como ha hecho el PP". Y en medio de los aplausos, volvió a aseverar que su Gobierno respetará el Ebro y "no irá contra el Ebro". Tras comprometerse a hacer una política del agua para toda España, "moderna" y que "no divida" y no fomente la "crispación", alertó de que el Plan Hidrológico Nacional, la política del agua en general y otros asuntos, se deberían estar discutiendo por los candidatos a la Presidencia del Gobierno en un debate público. Zapatero aludió a la "demagogia" del PP en el tema del agua y apostilló que él está dispuesto a debatir con Rajoy del PHN, pero "él no se atreve". "A lo mejor le tiemblan las piernas", ironizó. Y advirtió que en caso de que el PP logre la mayoría absoluta, "se estaría convalidando para cuatro años más un estilo de Gobierno basado en las mentiras, la manipulación, la crispación, el partidismo y la división entre regiones". Por eso, pidió el voto a todos, "con independencia de su ideología".

El tema hidráulico eclipsó la parte más importante de la intervención de Rodríguez Zapatero en el acto central del PSOE aragonés de esta campaña electoral. Zapatero no fue el único que se refirió al trasvase, aunque lógicamente fue el que provocó una mayor expectación. Antes, tanto el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, como el candidato al Congreso por Zaragoza, Jesús Membrado, también aludieron al polémico Plan Hidrológico Nacional. Los tres apelaron a la "conciencia aragonesista de los hombres y mujeres de cualquier espectro ideológico para que voten en contra del trasvase, aunque sean del PP".