Una Semana Santa en abril no siempre es la mejor opción para esperar una afluencia masiva en Aragón, pero este año es especial. La celebración en Zaragoza acaba de ser distinguida como Fiesta de Interés Turístico Internacional y próximamente sucederá lo mismo con la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón. El buen tiempo puede jugar a favor de Aragón este año. En otros ha servido para que, siendo tan tardía y con temperaturas altas, llevara a los turistas hacia la costa. Pero en esta ocasión se espera que contribuya a batir récords de afluencia. Los primeros síntomas ya se están dando, con una ocupación que, en el Bajo Aragón, ya supera el 80% y crece como la espuma en las comarcas del entorno.

A falta de doce días para la Semana Santa, la Central de Reservas de Aragón ya apunta que la capital aragonesa "recibirá al 25% de los visitantes que se alojen en Aragón" y la provincia de Teruel "el 14,81%". Formigal absorberá "el 12%" y a Jaca "irá el 9%". Entre sus datos destaca que el gasto medio por el alojamiento "es de 226,61 euros" o que los viajeros "procederán mayoritariamente de Madrid, Cataluña y del propio Aragón".

AL COMPLETO

Además, "el 30,55% pasará solo una noche, el 27%, dos: el 22%, tres; y, el resto, cuatro o más". Mientras, por tipo de establecimiento, "el 76% se decanta por hotel de tres estrellas, el 51%, de cuatro; el 19% de cinco y de dos, el 17%".

El presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, Segundo Bordonaba, prevé que, como en los mejores años, "la población se triplique" para esas fechas. Los 35.000 habitantes de las nueve localidades llegan a ser "más de 110.000". Y tienen claro que vienen "porque les gusta ver los casi 18.000 tambores y bombos que suenan, o cómo se vive la fiesta en la calle". Al margen del reconocimiento de la fiesta, que confían en que se haga oficial antes de Semana Santa.

Ante el tirón de la costa, ellos tiran de la fidelidad de quienes siguen con asiduidad esta celebración y de los que se sienten atraídos por conocerla. Aunque hay pocas posibilidades de que los resultados mejoren para los hosteleros, básicamente porque "la infraestructura es la que es y cada año se completa". No hay más plazas que ocupar y lo nuevo es que cada vez el impacto llega más lejos.

Así lo confirmó Jesús Marco, presidente de la Asociación de Casas Rurales de Aragón, para quien la Semana Santa de este año traerá una afluencia mayor que en ejercicios anteriores. Y ya se está notando. "Rondará el 85% de media, cuando el año pasado no llegó al 80%", explicó. Por otra parte, existe un denominador común entre hoteles y casas rurales: no pueden bajar más los precios. Todos comentan que desde el 2008 apenas ha subido el IPC y ya están al límite del coste real del servicio. Por eso optan por "otras fórmulas" como asociar el alojamiento a ofertas para realizar actividades en la zona o alguna promoción de restauración. El coste medio por persona y noche ronda entre los 15 y los 22 euros en un turismo rural que cada vez tiene que competir más con el intrusismo.

En la Federación de Hoteles de Zaragoza (Horeca) no quisieron facilitar un solo dato sobre las reservas que se llevan realizadas o las que se esperan. Solo se conoce el impacto que esperan tener este año con la llegada de 50.000 visitantes. Lo que augura un incremento en la ocupación.

Mientras, el Pirineo sigue ofreciendo unas condiciones excelentes para la práctica del esquí, pero los establecimientos hosteleros de los diferentes valles confían en que se anime todo más en las "reservas de última hora". "Ahora la ocupación es muy baja y no es habitual que siendo abril las cifras sean demasiado altas. Pero es impredecible y hay que esperar a ver cómo evoluciona", explicaron desde la Asociación Turística Valle de Tena. Y eso que desde Aramón aseguraron que las condiciones para el esquí son aún buenas, con "tres metros de espesor en las cotas más altas, más del 80% de superficie disponible, que no es habitual en abril, y el 90% de las pistas abiertas al público". Sin embargo, para todas las estaciones aragonesas, ese fin de semana será el cierre a la temporada. Salvo Cerler y Formigal que esperarán un día más, el 21.

Lo que para unos es la resaca de su campaña, para otros es uno de los hitos más importantes del año. Así que solo esperan poder arañar clientela a la siempre atractiva costa.