El Ayuntamiento de Zaragoza tiene preparado un plan de emergencia de Protección Civil ante la llegada de la borrasca Gloria, que se podría hacer notar desde la pasada noche, aunque el equipo de Gobierno PP-Ciudadanos confiaba ayer en no tener que activarlo, ya que la ciudad está en nivel de alerta amarillo y el riesgo previsto era «limitado», según la concejala de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca. El mayor riesgo en la capital aragonesa podría llegar de los fuertes vientos. Eso sí, en las localidades de la ribera del Ebro de menor tamaño se esperan hasta dos centímetros de nieve.

Pese a la tranquilidad con la que se afronta el temporal, desde el consistorio defienden que se han hecho los deberes. Así, están preparadas 70 toneladas de sal custodiadas por la contrata de limpieza de FCC, que se ubican en las instalaciones de la empresa en la carretera de Castellón y en los cuartelillos que hay en todas las ciudades.

En el supuesto de que la nieve aparezca en Zaragoza se dispone de ocho cuchillas quitanieves colocadas en distintos vehículos y otros siete vehículos esparcidores de sal, que se distribuye en lugares clave, como los accesos a los hospitales, colegios, pasarelas peatonales y puentes. Además, se dejará de hacer el baldeo de agua a partir de una temperatura de 3 grados centígrados -para evitar el riesgo de caídas por las congelaciones- y se pararán las fuentes públicas.

ACOPIO DE SAL

Por otro lado, se destacó que la Policía Local tiene su propio acopio de sal. «Si llega la nieve estamos preparados y pedimos a todos los ciudadanos que sigan las recomendaciones», avanzó Chueca.

Más allá del riesgo para la seguridad vial que supone una nevada, desde la capital aragonesa indicaron que están preparados para afrontar sus efectos sociales. El concejal de Acción Social, Ángel Lorén, adelantó que se ha ampliado la capacidad del albergue en 40 plazas y otras 14 más compartidas por lo que en la actualidad 150 personas duermen en estas instalaciones. Señaló, además, que a las tres comidas diarias se suma una merienda con la colaboración del Banco de Alimentos y el Refugio.

Los protocolos siguen las medidas tomadas en borrascas anteriores. El nivel de frío extremo se aplica cuando la temperatura está por debajo de los 5 grados, de forma que se quiere garantizar que ninguna persona se ve obligada a dormir en la calle, ya que en esas circunstancias meteorológicas se pueden incorporar al albergue a cualquier hora del día.

Esta atención a las personas en riesgo de exclusión se completa con la acción voluntaria de las entidades del tercer sector, que estos días redoblan sus servicios de atención y alerta. «Hacen un esfuerzo extremo para atender a las personas sin hogar», dijo Lorén.

La situación en el resto de la comunidad será mejor que en la jornada pasada. De hecho, se espera que en la provincia de Huesca la cota de nieve pase de los 500 a 1000 metros para situarse entre los 1300 y los 1500 metros. Eso sí, el viento será persistente durante toda la jornada. Las precipitaciones de nieve acumuladas en Teruel serán el principal foco de problemas en las próximas jornadas, sobre todo por el riesgo al circular y por las dificultades de acceso a determinadas explotaciones agrarias.