La candidatura de Zaragoza para la Expo 2008 es totalmente viable y no tiene ningún punto débil". Así de claro lo dijeron ayer los delegados de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), quienes dieron por aprobado el examen al que han sometido a la capital durante una semana y que le permitirá afrontar con todas las garantías la decisiva votación de finales de año.
La presidente de la comisión ejecutiva del BIE, Carmen Sylvain, se deshizo en elogios en su comparecencia en la Delegación del Gobierno en Aragón, en la que dio cuenta de las impresiones de la comisión de encuesta. La "altísima calidad" del proyecto, el apoyo político y social, la importancia "capital" del tema --agua y desarrollo sostenible--, la ubicación "estratégica" --el meandro de Ranillas-- y el "potencial" turístico fueron algunos de los puntos fuertes destacados por la diplomática canadiense. Sus valoraciones fueron compartidas por el resto de la comisión, compuesta por delegados de Irán, Argelia, Corea del Sur, Austria y Hungría.
Los diplomáticos del BIE, que abandonan hoy Zaragoza, entregarán este mes un informe de evaluación sobre Zaragoza a la comisión ejecutiva de su organización, que el próximo 23 de junio celebrará una nueva asamblea general en la que la capital y las ciudades competidoras, Trieste y Salónica, deberán ratificar sus candidaturas.
Sylvain adelantó que no han encontrado "desventajas" en la muestra y resaltó que la ciudad ha demostrado que, dijo, "destila energía y entusiasmo", por lo que será un duro competidor en la carrera por la designación. No obstante, la presidenta de la comisión ejecutiva del BIE advirtió que para ganar se tendrá que convencer a la mayoría de los 91 países del organismo de la idoneidad del proyecto y se deberán "demostrar" las ventajas por participar en el evento.
Todos los diplomáticos tuvieron palabras de elogio para la candidatura, aunque ninguno llegó al extremo del coreano Chun Bee-ho, quien reconoció haber visitado la ciudad hace quince años y haber comprobado ahora el "gran cambio y desarrollo económico" experimentado en la capital y en la región. En castellano,
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