Zaragoza deslumbró ayer de nuevo en París a sus rivales con una presentación sobria en la que quiso vender seriedad y garantía de éxito ante los diplomáticos de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE). La candidatura emitió en las tres pantallas del Parque de Exposiciones Paris Nord Villepinte las últimas recreaciones del recinto, demostrando que parte de los pabellones disponen incluso de proyecto básico. Con antelación, las candidaturas rivales, la italiana Trieste y la griega Salónica, defraudaron en sus presentaciones.

Al igual que en citas anteriores, Zaragoza Expo 2008 dejó constancia del intenso trabajo del último medio año. La presentación contó con el arte del bailarín Miguel Angel Berna, quien en tres minutos y con el acompañamiento de unas castañuelas que simulaban dos gotas de agua encandiló al público.

En la puesta en escena española participaron el alcalde, Juan Alberto Belloch, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, y la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega. El primero lanzó una idea clara: la ciudad ya ha encargado más de 50 estudios y proyectos de la Expo porque piensa ganar. Iglesias demostró la capacidad de la región poniendo de ejemplo el récord de tiempo en el lanzamiento de Pla-Za, el pleno empleo y el crecimiento económico. De la Vega, por su parte, enfatizó la importancia del tema --agua y desarrollo sostenible--, la capacidad organizativa de España y el respaldo económico al evento.

Los griegos, que fueron los primeros en salir a escena, optaron por una presentación audiovisual sobre su tema, Tierra Madre. Sólo lanzaron discursos el presidente de la Cámara de Comercio, Dimitrio Bakatselos, y el ministro de Macedonia, Nikos Tisartsionis. Insistieron en la oportunidad de contribución a la paz que supondría una Expo en los Balcanes.

Los italianos pretendieron demostrar su unión con un desfile de autoridades, que se sobrepasaron en tiempo con la consiguiente amonestación. Hablaron los ministros de Exteriores y de Ciencia, el subsecretario de Exteriores, el presidente regional y el alcalde de Trieste. Les acompañó Alessandro Benetton, quien insistió en su tema, la movilidad del conocimiento, y su importancia en la erradicación de la pobreza.