El Ayuntamiento de Zaragoza sigue estudiando la posibilidad de instalar bolardos o maceteros antiterroristas en puntos estratégicos de la ciudad y zonas peatonales. Entre las propuestas se baraja instalar elementos disuasorios móviles, aunque no está nada decidido a pesar de que Interior exigiera el pasado viernes al alcalde, Pedro Santisteve, que tomara medidas de seguridad. El consistorio sigue analizando las posibilidades y no parece que las medidas vayan a ejecutarse con rapidez debido a su complejidad. Mientras el ayuntamiento decide qué paso dar adelante en materia de seguridad, la Delegación del Gobierno en Aragón ya intensificó el mismo día del ataque terrorista la vigilancia, incrementando el número de efectivos y patrullas.

La petición expresa, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, la realizó el jefe superior de la Policía de Aragón, José Ángel González, en la Junta de Seguridad Local que se celebró el pasado viernes en la Delegación del Gobierno de Aragón, un día después del ataque yihadista en Barcelona y Cambrils que ha dejado 15 muertos y varios heridos. A pesar de la preocupación ciudadana, desde el consistorio han optado por la política del silencio «por motivos de seguridad», informaron.

El alcalde accidental, Alberto Cubero, confirmó que lo «ideal» sería poder colocar «bolardos móviles», aunque se trata solo de una de las propuestas que esta sobre la mesa.

Cubero admitió que no se han marcado plazo alguno para poner en marcha ninguna medida de seguridad debido a la complejidad del asunto.

«Es una cuestión delicada ya que se trata de la seguridad ciudadana», argumentó Cubero para no aclarar qué medidas tomará el ayuntamiento. Explicó que se tiene que estudiar en profundidad y se tienen que tener en cuenta todas las variables, sobre todo en materia de Movilidad. Desde esta área están estudiando todas las posibilidades.

Según informó Cubero, los elementos disuasorios que se coloquen no pueden perjudicar, en ningún caso, el paso de vehículos de emergencia ni los servicios esenciales como la limpieza y transporte.

Se desconoce si repetirán la misma estrategia de la pasada Navidad, tras el ataque terrorista en un mercado de Berlín. Entonces se colocaron maceteros en la entrada de la calle Alfonso desde el Coso y en los diferentes accesos a la plaza del Pilar. En esa ocasión, el consistorio instaló los maceteros cuatro días después del ataque.

La colocación de obstáculos móviles permitiría adaptar su función a las necesidades. Cubero explicó que, en caso de optar por esta alternativa, habría que definir quién asumiría la competencia para poder retirarlos en caso de producirse una urgencia y, sobre todo, cómo hacerlo. «Hay muchas cosas que estudiar todavía», zanjó.