Científicos de la Universidad de Georgia han hallado las claves genéticas que determinan el envejecimiento en animales y humanos. Según una nota de prensa, encontraron una zona del ADN en la cual interactúan una serie de elementos químicos que influyen directamente en los procesos de envejecimiento. Esto explicaría por qué algunas especies viven más tiempo que otras, por ejemplo.

Desde siempre nos hemos preguntado sobre los aspectos que condicionan la duración de la vida y los procesos de envejecimiento. También nos ha llamado la atención la diferencia entre los ciclos de vida de las especies. Una nueva investigación ha hallado las claves genéticas que determinan que especies como los seres humanos o los elefantes vivan más que otras como los roedores, por ejemplo.

Los expertos encontraron estas revolucionarias pistas en la intersección de aquello que conocemos como genoma, que es básicamente la totalidad del material genético que posee un organismo o una especie, y el epigenoma: el registro histórico de los cambios químicos que tienen lugar en las proteínas de ADN.

En consecuencia, los cambios epigenéticos suceden a través de variantes en las expresiones génicas y no insumen alteraciones en el código genético. Los expertos hallaron que uno de estos mecanismos posee una especial incidencia en los procesos de envejecimiento, desarrollándose en un área del ADN llamada CpG. Las regiones CpG se caracterizan por presentar interacciones químicas entre elementos como citosina, guanina y un enlace fosfato.

La importancia del sector CpG se sustenta en su papel de zona de alojamiento del proceso de metilación del ADN. Precisamente este mecanismo tiene la capacidad de activar o desactivar los genes, entre otras importantes funciones. Los especialistas han advertido que los procesos de metilación del ADN van modificándose sustancialmente a lo largo de la vida.

Por ejemplo, tomando una muestra de sangre para analizar y secuenciar la metilación del ADN los expertos pueden determinar con cierta exactitud la edad biológica de un ser vivo. Ahora bien, dentro de ese proceso las zonas CpG tienen la clave genética del envejecimiento.

Se sabía de antemano que especies como los humanos o los elefantes, que viven más tiempo que muchas otras, presentan niveles más elevados de CpG. ¿Cuál es su papel en concreto? Aquí radica el hallazgo principal de este estudio, porque los científicos descubrieron que un elemento que compone estas regiones del ADN, denominado modificador de cromatina, puede incrementar o reducir el potencial 'anti-envejecimiento' del CpG.

Los modificadores de cromatina están destinados a reparar las rupturas de doble hebra que suceden en el genoma. Cuando lo hacen, quitan potencial a las zonas CpG y, por lo tanto, reducen su papel positivo en los procesos de envejecimiento. En resumen, esto vendría a indicar que un mayor conocimiento de los procesos ligados a las áreas CpG podría propiciar alternativas genéticas para retrasar los procesos de envejecimiento.

Los científicos aclararon que aunque la densidad del CpG cumple un papel crucial en las condiciones ligadas al envejecimiento, otros factores como las características ambientales o el estrés pueden modificar su impacto en concreto. Por lo tanto, será necesario realizar nuevas investigaciones para profundizar en este mecanismo y sus consecuencias.

Referencia

Is CpG Density the Link between Epigenetic Aging and Lifespan?. Emily M.Bertucci, Benjamin B.Parrott. Trends in Genetics (2020).DOI:https://doi.org/10.1016/j.tig.2020.06.003