En 2017, la Unión Europea puso en marcha ‘Green Screen’, un proyecto financiado con fondos FEDER que busca reducir reducir el impacto medioambiental y la huella de carbono generada por la industria audiovisual, especialmente durante los rodajes de cine y televisión.

Después de cinco años, esta iniciativa finalizará el 31 de diciembre, fecha en la que espera haber identificado las mejores prácticas comprometidas con el medioambiente adaptadas al mundo de los rodajes. Entre las ocho entidades asociadas, Promálaga es la sede representativa en España. El resto son la Film London (Reino Unido), Flanders Audiovisual Fund (Bélgica), la Film Paris Región (Francia), Bucharest Ilfov Regional Development Agency (Rumanía), Rzeszow Regional Development (Polonia) y la Slovak Film Commission (Eslovaquia).

Sin planeta, no habrá películas para hacer, y un rodaje es una actividad que puede resultar altamente contaminante. Requiere una cantidad ingente de personas trabajando, en un corto período de tiempo, en un espacio concreto y con plazos muy exigentes, lo que suele implicar desplazamiento de personas y equipos, comidas frugales, confección de materiales, estancias... el escenario perfecto para el impacto medioambiental.

Por ello, estas ocho entidades han colaborado en la elaboración de guías de rodajes sostenibles, la creación de calculadoras de huella de carbono y pautas sencillas y precisas para reducir el efecto contaminante de estas producciones, además de hacerlas extensibles al resto de la industria.

En España, oficinas como la Málaga Film Office o la Film Madrid cuentan con lo que denominan, los ‘diez mandamientos’ para garantizar la sostenibilidad de un rodaje. Estas normas son las siguientes:

1.- Guion

Desde el punto de vista educativo, el cine y la televisión son grandes herramientas para enseñar valores medioambientales al gran público. Tanto los largometrajes como los cortometrajes pueden incluir en sus escenas prácticas verdes a través de sus personajes, con el objetivo de generalizar actos tan sencillos (pero, a la vez, vitales) como el uso de los contenedores de colores, botellas y envases reutilizables.

Los protagonistas pueden convertirse no solo en iconos de moda o de fama, sino también de, por qué no, la movilidad verde, simplemente actuando al volante de un coche eléctrico o subidos en una bicicleta mientras se desarrolla la trama.

2.- Proveedores

Un rodaje requiere de mucho material de toda índole para un limitado espacio de tiempo, desde el catering de toda la plantilla hasta los propios decorados. Es importante que el equipo de rodaje escoja proveedores ecofriendly que suministren, por ejemplo, de energías renovables o menús sostenibles, esto es, que limiten el uso de envoltorios desechables y estén hechos a partir de productos locales.

3.- Equipo

Este ‘mandamiento’ recomienda la designación de un miembro del equipo como green-runner, que será la persona encargada de establecer los objetivos medioambientales del rodaje, coordinar y motivar al equipo para que se cumplan.

4.- Hospedaje

Para evitar, en gran medida, los desplazamientos entre el alojamiento y el set, es preferible escoger hoteles u hostales cercanos al rodaje. En este sentido, existen hoteles comprometidos con el medioambiente o incluso que calculen su propia huella de carbono, una práctica que se extiende por el gremio hotelero.

5.- Compensación

Una vez finalizada la grabación, el equipo tiene diversas opciones para compensar la huella de carbono causada durante el rodaje. Un buen referente fue la plantación de más de 200 árboles en el Parque Natural de Los Barruecos, en Cáceres, tras la grabación de unos episodios de Juego de Tronos. Otra opción es acudir a las propias asociaciones locales para consultar las soluciones más acertadas, como donar los excedentes de los catering, el vestuario que no volverá a usarse o incluso los materiales empleados en los decorados que puedan ser reutilizados.

6.- Espacios

Al igual que es importante escoger alojamientos cercanos a los rodajes, es esencial seleccionar bien las localizaciones en base a diferentes factores, entre ella, la normativa medioambiental que rija el territorio. Los equipos, impulsados por la figura del green-runner, deben asegurarse de algo tan sencillo como “dejar todo como estaba” antes de abandonar el lugar, por lo que es importante colocar puntos limpios y de reciclado a lo largo del set.

7.- Transporte

Este es el mandamiento de la movilidad verde. Basta con optar por el transporte eléctrico o híbrido y, a la hora de elegir un vehículo, decantarse por el de mayor capacidad, facilitando la posibilidad de que varios miembros se desplacen en el mismo. Además, el green-runner puede encargarse de planificar los trayectos para que los desplazamientos sean eficientes y no muy numerosos.

8.- Reduce, reutiliza, recicla

Las tres “R” que componen una rutina sostenible también deben aplicarse a las grabaciones. Con algo de planificación es posible minimizar el uso de envases desechables, como es el caso del agua embotellada, por botellas reutilizables para cada miembro del equipo y la instalación de fuentes. De la misma forma, es necesario plantearse el reciclado de decorados, la reutilización de vestuario y su donación después de usarlos, así como asegurar el reciclaje de aquellos materiales a los que no podemos otorgarles una segunda vida útil.

9.- Comunicación

Si un rodaje está comprometido con las prácticas sostenibles para minimizar su huella de carbono es esencial que lo comparta con el entorno, a través de sus redes sociales y vías de comunicación disponibles, con el objetivo de ser referente en el ámbito audiovisual.

10.- Evaluación

El final del rodaje es un buen momento para evaluar el impacto global que ha tenido la grabación en el entorno, comprobar la huella de carbono generada y examinar así, la utilidad de las medidas tomadas. Esta ‘autoevaluación’ servirá para futuros trabajos tanto propios como del resto de miembros de la industria audiovisual.

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