La Xunta de Galicia ha dado un primer paso, que puede resultar decisivo, para frenar la expansión del eucaliptus, uno de los árboles más perjudiciales para los ecosistemas ibéricos. Gran propagador de incendios forestales y consumidor voraz de recursos hídricos, el eucaliptus es una planta invasora que ocupa ya 760.000 hectáreas en España y, de ellas, unas 400.000 en Galicia.

La Xunta ha presentado el Plan de Diversificación del Monte Gallego con horizonte 2040 y ha ratificado que se procederá «en próximas fechas» a la suspensión temporal de la plantación de eucalipto en las superficies en las que no se haya plantado en el momento de adoptarse la medida. Se permitirán únicamente las replantaciones con esta especie en territorios donde ya existían eucaplitos «cumpliendo la legalidad vigente».

«No se legalizará ninguna plantación ilegal, sino que se garantizan los derechos de quienes ya tienen plantado legalmente», ha esgrimido el presidente, quien ha añadido que la medida cobrará vigencia mediante una enmienda que se incorporará en la Ley de Recuperación de la Tierra Agraria.

Del mismo modo, la Xunta prevé impulsar un plan específico, con financiación propia, para la plantación del pino, así como del castaño y de otras frondosas. Además, se activarán ayudas para llevar a cabo acciones silvícolas.

“Es una decisión que se toma por responsabilidad, pensada, meditada y contrastada y con la mayor parte del sector a favor», ha indicado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó.

Además, Feijó defiende la necesidad de frenar nuevas plantaciones de eucalipto «porque esa madera cada vez valdrá menos». «Y porque no podemos permitírnoslo desde el punto de vista del ecosistema«, agrega.

El Plan Forestal de 1992, que ahora se revisa, preveía que en 2030 habría en Galicia unas 245.000 hectáreas de eucaliptos, una cifra muy sobrepasada ya en la actualidad -más de 420.000 hectáreas en el inventario de 2018-.

El Plan Forestal buscará la potenciación de otras especies, como el pino, castaño y otras frondosas. Uno de los objetivos que se fijan en el nuevo plan forestal es alcanzar las 425.000 hectáreas de frondosas autóctonas en 2040.

Asimismo, el conselleiro de Medio Rural, José González, ha avanzado que se creará una unidad de sotos de castaño dentro de este departamento, la cual se dedicará exclusivamente a su gestión.

En el caso del castaño, el plan forestal prevé actuaciones en 24.000 hectáreas: recuperación de sotos tradicionales (8.000 hectáreas) y para generar madera y producción de castaña (16.000 hectáreas).

Igualmente, está previsto incrementar en 20.000 hectáreas la superficie de pino en los próximos 20 años, así como actuar con actuaciones silvícolas en 50.000 hectáreas.

Además, la Xunta señala que se han aprobado definitivamente la orden de modelos silvícolas que se publicará en el Diario Oficial de Galicia, con ampliación de estas guías silvícolas. Junto a esto, avanza la convocatoria de ayudas por importe de 13 millones de euros para acciones silvícolas.

Los perjuicios ambientales del eucaliptus

El Eucalyptus globulus, llamado en España eucalipto blanco, común o azul, tiene en la península Ibérica uno de los lugares del mundo donde alcanza mayor presencia, después de su Australia de origen, según datos de 2011 recabados por Greenpeace. En total, España concentra el 7% del total mundial de plantaciones de eucaliptos de todas las especies.

Los bomberos lo conocen como el ‘árbol-gasolina’ y ocupa millón y medio de hectáreas en España y Portugal. «Depende del fuego para abrir sus semillas y matar a otras plantas competidoras. No sólo se queman: explotan, envían teas y proyectiles en todas las direcciones. Vivir al lado de uno de estos árboles es como hacerlo junto a una fábrica de fuegos artificiales atendida por fumadores empedernidos», afirma el periodista australiano Garry Littman. Los aceites que contienen las hojas, de los que se obtienen infusiones y productos medicinales, son también altamente inflamables, según recoge el portal ecoavant.com.

En otros lugares se plantó desde hace siglos para secar marismas y pantanos, sacando partido de su insaciable avidez hídrica. Sus feudos peninsulares se hallan en Andalucía (sobre todo Huelva), Galicia, Asturias, Cantabria y Vizcaya, así como en buena parte de Portugal. En total, en España ocupa unas 760.000 hectáreas, casi 400.000 de ellas en Galicia.

Científicos y ecologistas lo han visto siempre como una peligrosa especie invasora que, además de favorecer los incendios, supone una amenaza para la biodiversidad. Mientras en los bosques de roble, pino y castaño comparten el espacio más de 70 especies forestales, donde hay eucalipto sólo pueden coexistir una docena.

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