El estudio, que es pionero en esta materia, ha sido publicado en la revista Scientific Reports y ha sido dirigido por la profesora Anna Sànchez Vidal, del grupo de Investigación en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra.

«Todo indica que los plásticos quedan atrapados en los herbazales de posidonia, donde son incorporados a unos aglomerados de fibras naturales en forma de bola -egagrópilas o bolas de Neptuno-, que son expulsadas del medio marino durante las tormentas», explica Sànchez Vidal.

“La mayoría de los microplásticos atrapados son filamentos, fibras y fragmentos de polímeros más densos que el agua de mar”, añade Sànchez Vidal.

Cuando hay períodos de fuerte oleaje, estas bolas con los microplásticos son expulsadas y depositadas en las playas, un fenómeno que se estima que puede atrapar hasta 1.470 plásticos por kilogramo de fibra vegetal, una cantidad que el estudio considera relevante.

El fondo del mar, sumidero de plástico

La contaminación de los plásticos generados por la actividad humana es un grave problema medioambiental que afecta a ecosistemas costeros y oceánicos de todo el planeta.

Desde que se empezaron a fabricar de forma masiva en los años cincuenta del siglo XX, estos materiales sintéticos se han ido vertiendo y acumulando en los océanos ?los fondos marinos actúan como sumidero final de microplásticos? y son transportados por las corrientes oceánicas, el viento y las olas.

“El plástico que encontramos flotando en los océanos es solo un pequeño porcentaje de todo lo que hemos vertido al medio marino», alerta Anna Sànchez-Vidal.

El servicio ecosistémico de la posidonia descrito ahora tiene un valor significativo en un área marina como el Mediterráneo, con elevadas cantidades de plástico tanto en la superficie como en los fondos marinos, y con praderas de posidonia que pueden llegar a ocupar grandes extensiones situadas hasta los cuarenta metros de profundidad.

“Por ello, es preciso proteger y conservar estos ecosistemas tan vulnerables, y la mejor estrategia de protección ambiental para mantener los océanos libres de plásticos es reducir los vertidos, una acción que exige limitar drásticamente su uso por parte de la población”, concluyen los expertos.

La posidonia es una planta submarina endémica del Mediterráneo y sus principales concentraciones se encuentran frente a las costas del Mediterráneo español, donde forman extensas praderas. Sus principales amenazas son los vertidos contaminantes desde emisarios submarinos y los fondeos incontrolados de barcos recreativos.

También la posidonia seca que acaba depositada en la orilla de la costa cumple un importante papel, como protector de las playas y hábitat de numerosas especies.