Las energías limpias y renovables son uno de los grandes retos de la humanidad para frenar el cambio climático. Sin embargo, las grandes instalaciones eólicas o fotovoltaicas, que ocupan grandes superficies de territorio, originan a menudo protestas por su impacto mediambiental. Aliente es una plataforma surgida para reorientar este tipo de actuaciones.

Más de 80 entidades y plataformas de todo el país se han unido en la Alianza Energía y Territorio (Aliente) para poner freno a una transición energética carente de planificación y que apueste únicamente por un despliegue “sobredimensionado” de instalaciones renovables a gran escala y “bajo un paradigma centralizado”, que no contemple el impacto que puede generar en su entorno.

“Mantener el actual consumo energético cambiando simplemente fuentes fósiles por renovables implica un mayor impacto ambiental, por lo que lo urgente y verdaderamente inaplazable es la mejora de la eficiencia energética y la reducción del consumo global”, insisten desde Aliente, que recalca la ausencia de políticas que apuesten por el ahorro y la eficiencia energética.

Entre los expertos firmantes del documento con las propuestas dirigidas a las administraciones públicas se encuentran numerosos miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG), de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), del Instituto de investigación en recursos cinegéticos (IREC), de la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU), del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, entre otros, así como de numerosas universidades, tanto españolas como extranjeras.

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