De los palacios cortesanos y nobiliarios a la sala de conciertos pública, veremos la evolución de ese proceso, en esta primera sesión, a través de dos famosas sinfonías. Por un lado, la Sinfonía nº 45, Los adioses, de Franz Joseph Haydn, escrita para su patrón Nikolaus Esterházy donde se escenifica una sutil protesta. Y por otro, en la Sinfonía nº 3, Eroica, de Ludwig van Beethoven, una obra inicialmente destinada a Napoléon Bonaparte, pero cuya dedicatoria fue tachada por el compositor, tras haberse autoproclamado emperador. El resultado fue una obra, tan colosal como novedosa.
A cargo de Pablo L. Rodríguez, musicólogo y crítico musical.
COMENTARIOS
Para la seguridad de los participantes, se aplicarán las medidas de seguridad e higiene previstas oficialmente