AVIVAVOZ Encuentros con la voz, el sonido y la palabra.

Ensalada de palabras con Pimienta (o cómo comer poesía y no subir de peso) es un espectáculo unipersonal donde la improvisación es la segunda protagonista, porque la primera es la palabra.

Poesía lúdica, repentismo, improvisación poética, diferentes maneras de nombrar los juegos con el lenguaje (no los ¿juegos de palabras¿) que son el eje central de este espectáculo, único e irrepetible, lúdico y participativo.

¿Los ingredientes de esta ensalada? El repentista cubano sólo pone uno (la Pimienta) el resto lo pone el público: adjetivos, sustantivos, adverbios, verbos, lugares, fechas, situaciones, todo para que el improvisador sazone sus poemas y sus historias inventadas al momento, y nos deje a todos buen sabor de oído.

Palabras a la plancha, palabras cocidas, palabras a la brasa, palabros rebosados, palabritas en su tinta, palabrejas sobre lecho de silencio caramelizado, palabrotas al ajillo, y al final, un chupito de buen humor (en su punto y picante) como para que a todos nos queden ganas de repetir, repetir, repetir¿ y lo mejor de todo, para después de haber comido tanto, quedarnos con hambre y con ganas de chuparnos los oídos.

Y cada noche, al borde del alambre, un funámbulo preámbulo de Oswaldo Pai