En estos días en que recuperar las buenas costumbres son la mejor de las noticias, el Festival de Málaga sube a su desván para desempolvar, por fin, tras dos años lastrados por los rigores de la Covid, una de sus grandes señas de identidad: la alfombra roja, ese trozo de tela aparentemente insignificante, trivial que, al final, termina constituyendo la herramienta que acerca al público, cinéfilo o no, con los rostros del cine español. Qué mejor manera de celebrar la vuelta a cierta normalidad y las bodas de plata del certamen que que volver a oír el rugido ciudadano en torno al Teatro Cervantes al paso de la gente de nuestro cine

Del 18 al 27 de marzo, después de dos ediciones difíciles y valientes, toca volver a festejar que el cine no es más grande que la vida sino que, en realidad, el cine sirve para hacer más grande la vida. Hoy, el Cine Albéniz ha acogido la esperada presentación de contenidos de la vigésimo quinta edición de contenidos de una cita, en palabras de su capitán, Juan Antonio Vigar, "aún joven pero con mimbres de madurez". "La situación sanitaria ha mejorado y nos encontramos en un escenario mucho mejor [que en el de las pasadas dos convocatorias], por lo que se ha diseñado esta edición como la de la celebración de la vida y la recuperación de las señas de identidad del certamen, en el que lo presencial es esencial", avanzó Vigar, satisfecho por que la cita regrese a sus fechas habituales, en marzo, "las que demanda la empresa audiovisual española" para impulsar sus estrenos.

Asegura el máximo responsable del Festival de Málaga que se han recibido (y visionado) casi 2.000 audiovisuales, entre ficción, documentales y cortometrajes, una cifra que demuestra que la industria "se está recuperando y avanzando" tras el batacazo de producción que supuso, naturalmente, la pandemia. Por cierto, un aspecto fundamental en un certamen como el nuestro, pionero en la defensa de la igualdad con una sección ya veterana como Afirmando los Derechos de la Mujer: del total de títulos seleccionados por el comité, el 37,3% y el 42,7% han sido dirigidos y producidos por mujeres, respectivamente.  

Sección Oficial

La filosofía es la de siempre: lejos de prismas exclusivamente autorales, enfoques y temas, en el Festival de Málaga "caben todos" porque el certamen es "la casa común del cine en español, donde todos son bien recibidos". Los recientemente anunciados filmes de autores que se estrenaron en el largometraje entre nosotros como 'Canallas' (Daniel Guzmán), 'Las niñas de cristal' (Jota Linares), 'La maniobra de la tortuga' (Juan Miguel del Castillo), 'Llegaron de noche' (Imanol Uribe) y 'Alcarràs' (Carla Simón, flamante Oso de Oro, que finalmente se exhibirá fuera de concurso) tienen ahora compañeros y rivales en la parcela grande del certamen: las cintas españolas 'El test', de Dani de la Orden; 'Cinco lobitos', de Alauda Ruiz de Azúa; 'Nosotras no nos mataremos con pistolas', de María Ripoll; 'Mi vacío y yo', de Adrián Silvestre; 'La cima', de Ibon Cormenzana; 'La voluntaria', de Nely Reguera; y las latinoamericanas 'Mensajes Privados', de Matías Bize; 'Libre', de Natural Arpajou; 'Lo invisible', de Javier Andrade; 'The gigantes', de Beatriz Sanchís; 'Utama', de Alejandro Loayza Grisi; 'La madre', de Cristiano Burlan; 'Almost in love', de Leonardo Brezezicki; 'Cadejo blanco', de Justin Lerner.

El cineasta Manuel Gutiérrez Aragón presidirá el jurado, compuesto por el escritor Javier Cercas, las actrices Marta Nieto y Cecilia Suárez y el gestor cultural Marco Mühletaler Maggiolo.

Más allá del concurso

Fuera de la competición, el Festival agranda su espacio de estrenos en pases especiales con títulos como 'Camera Café, la película', de Ernesto Sevilla; 'Héroes de barrio', de Ángeles Reiné; 'La piel en llamas', de David Martín-Porras; 'Sin ti no puedo', de Chus Gutiérrez; 'Sinjar', de Anna M. Bofarull y 'Toscana', de Pau Durà.

Además, novedad: '+ Málaga', una serie de premieres internacionales que trascienden el idioma y la nacionalidad para acercarse a lo mejor del cine europeo reciente no estrenado en nuestro país. Seis cintas de Italia, Francia y el Reino Unido competirán por un premio de 10.000 euros para facilitar su distribución y exhibición en las salas españolas. Se trata, en palabras del director del Festival de Málaga, de "consolidar la dimensión internacional del certamen a través de un acuerdo con distribuidoras independientes".

Homenajes

La vigésima quinta edición del Festival de Málaga ya ha anunciado en los últimos días a sus homenajeados: los directores, productores y actores Javier Calvo y Javier Ambrossi (Premio Málaga Talent-La Opinión de Málaga), la directora de producción Sol Carnicero (Premio Ricardo Franco), la intérprete argentina Mercedes Morán (Premio Retrospectiva) y al conjunto del cine español como agradecimiento por su colaboración durante estos 25 años (Premio Málaga). Añadan ahora al gran Miguel Rellán (Biznaga Ciudad del Paraíso) y al no menos totémico Carlos Saura (Biznaga Honorífica, con motivo del estreno de su más reciente cortometraje, 'Goya 3 de mayo'). La Película de Oro del Festival, un clásico no suficientemente (re)conocido de nuestra cinematografía, 'El bosque del lobo', de Pedro Olea y que servirá para festejar el centenario del nacimiento de uno de los imprescindibles del cine español, José Luis López Vázquez.

Gala de inauguración

Para seguir ese propósito de celebrar la vida, Vigar y su equipo se han empeñado en "satisfacer una demanda histórica» y abrir la gala inaugural de una edición "tan referencial" al mayor número de espectadores posible, así que han cogido los bártulos del Teatro Cervantes para trasladarlos al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, multiplicando por tres el aforo, de 1.000 a 3.000. Eso sí, descontando las butacas para invitados, autoridades y demás personas que engrosan la listas protocolarias, serán un total de mil malagueños 'anónimos' los que podrán disfrutar de una primera noche tan especial. Las entradas (como del resto de proyecciones de la agenda) saldrán a la venta mañana, jueves, a partir de las 9.00 horas, así que habrá que darse prisa.

Habrá dos alfombras

Sí, volverá la alfombra roja del Festival de Málaga. En realidad, habrá dos, para evitar posibles dificultades a la hora de cumplir con las medidas anticovid. Una, en el Patio de Banderas del Ayuntamiento de Málaga, un paseíllo de estrellas exclusivamente para los medios de comunicación, y otra, la tradicional, la de la Plaza de Jerónico Cuervo, la entrada al Cervantes, la del público, los fans y el chillerío general (eso sí, un tanto ahogado por la mascarilla, porque los datos son buenos pero no tanto como para que en una concentración popular como ésta podamos despojarnos del necesario atrezzo sanitario).

Vigar y los suyos se reservan algunos ases en la manga que anunciar antes de que, finalmente, el 18 de marzo se enciendan de nuevo las pantallas todavía en blanco del Festival de Málaga. Hasta entonces, mientras podemos disfrutar del completo programa de actividades de su suculento aperitivo, Málaga de Festival (MaF).