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Cine de verano (4)

Pantallas de calor: cuando las películas sudan

Cinco títulos para montarse un miniciclo de filmes sobre pasiones sin aire acondicionado

Kathleen Tirner y William Hurt, pasando calor en 'Fuego en el cuerpo'

Kathleen Tirner y William Hurt, pasando calor en 'Fuego en el cuerpo' / EPC

Quim Casas

El calor no solo molesta, sino que en algunas ficciones cinematográficas puede dar pie a una desmedida violencia. Es imposible no pensar en 'La caza', de Carlos Saura, sin el sudor que perla las frentes de los cazadores de conejos de la vieja España, o en 'Cuando el destino nos alcance' sin las altas temperaturas que devastan el planeta, o en 'La ciénaga' y el ritmo de vida aletargado de sus protagonistas alrededor de una piscina de agua sucia. Destacamos cinco filmes en los que el calor es verdaderamente infernal.

Martin Ritt. 1958. El sur estadounidense descrito en las obras de William Faulkner no necesita del calor para ser dramáticamente asfixiante y perturbador. Pero las altas temperaturas del verano ayudan al narrador. La adaptación que hizo Martin Ritt de una serie de historias cortas del autor de 'Mientras agonizo' tuvo muy en cuenta la temperatura física y dramática. El sudor corporal corre en paralelo a la ambición desmedida o a la bajeza moral de los personajes: el patriarca de una acaudalada familia (Orson Welles), sus hijas (Joanne Woodward y Lee Remick), el pusilánime hijo (Anthony Franciosa) y el joven buscavidas que llega a la localidad dispuesto a comerse el mundo (Paul Newman). (Disponible en Filmin)

Richard Brooks. 1958. Realizada el mismo año que 'El largo y cálido verano', con el mismo protagonista, Paul Newman, y de nuevo en torno a una familia del sur, rica y poco menos que disfuncional, pero adaptando a otro sureño ilustre, Tennessee Williams. Aquí el calor que derrite el hielo, consume a los personajes y les impide trabajar o dormir se transforma en ambición, avaricia, mentiras, alcoholismo y actitudes morbosas, el universo decrépito de Williams en estado puro. El patriarca está enfermo y sus hijos o se desentienden o esperan su muerte para quedarse con el dinero. Solo Elizabeth Taylor, esposa de Newman en la ficción, muestra algo de honor y de dignidad. (Disponible en Movistar Plus+ y Filmin)

Paul Newman y Elizabeth Taylor, en 'La gata sobre el tejado de zinc'

Paul Newman y Elizabeth Taylor, en 'La gata sobre el tejado de zinc' / EPC

William Friedkin. 1977. En 'El salario del miedo', extraordinario filme de H. G. Cloutoz de 1953, varios trabajadores de una compañía petrolífera transportan dos camiones llenos de nitroglicerina por accidentados caminos. El calor es insostenible y peligroso: la nitroglicerina suda, como dicen los protagonistas, y puede explotar en cualquier momento. Friedkin rodó un no menos extraordinario 'remake' en el que Roy Scheider y Paco Rabal comandan el grupo de parias que debe hacer exactamente lo mismo. La tupida selva, los camiones que pasan por caminos imposibles, los explosivos al límite, el calor pegajoso y la música de Tangerine Dream componen una aventura angustiante y muy física. (Disponible en Filmin y Prime Video)

Lawrence Kasdan. 1981. La primera película como director de Kasdan, guionista de Spielberg y Lucas, tomó prestados elementos del cine negro con mujer fatal que lleva a la destrucción a su incauto amante: 'Perdición', 'Retorno al pasado' o 'El cartero siempre llama dos veces'. Kathleen Turner es la mujer casada con un rico hombre de negocios que seduce a un joven abogado, William Hurt, y prepara con él el asesinato del marido. Kasdan añadió el calor de la costa de Florida, sofocante, que empapa los cuerpos de los amantes, hace subir la temperatura dramática de la intriga y convierte los vasos de té helado en protagonistas de excepción. El título original es 'Body heat', calor corporal. (Disponible en Apple TV)

'Fuego en el cuerpo'

'Fuego en el cuerpo' / EPC

Joel Schumacher. 1993. Michael Douglas, en una de sus interpretaciones más convincentes, encarna a una ciudadano en apariencia de lo más normal. El día en Los Ángeles comienza con altas temperaturas. Sale de casa rumbo al trabajo pero enseguida se ve atrapado en un atasco monumental. El protagonista empieza a ponerse nervioso, después airado y finalmente furioso. Y armado de un rifle, liquida sus frustraciones (de derechas) ejerciendo la violencia de manera demencial. Nunca sabremos qué le hubiera pasado al bueno de Douglas sin el calor y el colapso en el espacio urbano. Nunca en un filme estadounidense el bochorno y la humedad reinantes habían despertado tanta ira. (Disponible en Movistar Plus+ y Apple TV)

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